Una Historia De Fe , Amor Y Perdon

UNA HISTORIA DE FE, PERDON Y AMOR
Ya iba tarde, corría por la calle llena de gente, agarrando con fuerza todas mis pertenencias, que insistían en caerse una tras otra, de esta forma no vi que él estaba agachado delante de mi en el camino y lo tropecé bruscamente, caí de forma aparatosa y todas mis cosas rodaron por el anden a sus anchas, él se levantó seguro, sereno y tomo mi mano para ayudarmea levantar, ni siquiera lo miré, en ese instante solo le di las gracias balbuceé alguna disculpa y me ocupé en recoger todo el reguero, pero en mi mano quedó una sensación que me hizo volver la cabeza hacia él, me estaba sonriendo y en sus ojos del color de la miel se veía el cielo, su sonrisa me llenó de paz inmediatamente y no se porque toda la prisa que traía se desvaneció en ese instante, nosupe que decir solo quería abrazarlo y decirle que por alguna razón sentía que lo conocía y lo amaba, el seguía sonriendo y fue cuando dijo mi nombre, yo como petrificada y mirándolo le pregunté el suyo, aunque ya lo sabia, sin embargo con una voz que parecía encerrar la eternidad me dijo: me llaman Jesús, pero si quieres puedes llamarme de otra forma, aunque la verdad me gusta mi nombre.
Desdeese momento el tiempo dejo de importarme, ya no tenia prisa por llegar a ninguna parte, solo quería estar a su lado, sus cabellos eran también del color de la miel como sus ojos y le llegaban a los hombros, no podía dejar de mirarlo, su ropa no concordaba con la época, sin embargo a él no parecía importarle, es más a nadie parecía importarle pues la gente no lo miraba con curiosidad, fue entoncescuando noté que nadie parecía verlo, aquel majestuoso hombre solo era visible para mí, que estaba pasando?, me habré muerto?, no, ¡ aquello era maravillosamente vívido y real !.
Empezamos a caminar y me dejé guiar por aquel a quien en mi interior empecé a llamar Maestro, me dijo sé que tienes muchas preguntas para mí, quieres que te las responda?, No lo podía creer , el Maestro quería resolver misdudas, aquellas que tanto me hacían pensar y por las que incluso llegué a sentirme culpable, le dije casi en un susurro como temiendo ofenderlo si, si quiero.
El me miró y nuevamente esa mirada que encerraba el universo me hizo sentir una ternura que nunca había sentido y le dije: no se que me pasa, pero en este momento todas mis dudas se han disipado, Jesús con una paciencia infinita me dijo,por ejemplo se que quieres saber porque el Padre te puso en este mundo, si, le contesté, pero la verdad pienso que quien soy yo para cuestionarlo, no hija mía si no lo estas cuestionando - me respondió -, pero es bueno que partas de la base que estas aquí por su voluntad y para hacer su voluntad, es la mayor muestra de amor que le puedes dar, tu confianza en El es suficiente para que tu vida tengasentido, si dedicas tu tiempo y tu trabajo en ser feliz y tratar de hacer felices a los demás, ya estas cumpliendo la voluntad del Padre.
Seguimos caminando, yo lo miraba de reojo, él disfrutaba el viento, los árboles, el sol, las flores, parecía deleitarse en su obra, le dije: ¿Cómo, viendo todo esto hay personas que niegan tu existencia?, su cara se puso muy seria cuando me contestó: porque laspersonas ven más lo malo que lo bueno y se preguntan donde estoy cada vez que algo malo pasa, pero voy a tratar que entiendas algo, con cada cosa buena o aparentemente mala que te sucede viene una enseñanza que debes asimilar y utilizarla para crecer y acercarte mas al Padre, a eso vine hoy a decirte que te acerques a tus hermanos, que trates de entender su dolor, cuando dijo esto me miró comoesperando mi reacción, y yo le dije, Maestro, quisiera contarte algo que me sucedió y desde entonces no me he podido reponer nunca, me siento sola, culpable, indigna, necesito tu consuelo por favor, no sé porque, cada vez que hablaba sentía que el conocía lo que yo iba a decir, lo miré como pidiendo perdón, y sé que en ese instante fui perdonada, pues con una mirada llena de misericordia me arropó...