UNA
LABOR
PERVERTIDA
Nunca
preguntaron
los
sacerdotes:
"¿Dónde
está
el
Señor?"
Los
expertos
en
la
ley
jamás
me
conocieron;
los
pastores
se
rebelaron
contra
mí,
los
profetas
hablaron
en
nombre
de
Baal
y
se
fueron
tras
dioses
que
para
nada
sirven.
Jeremias
2.
8
La
liberación
de
Egipto,
la
peregrinación
por
el
desierto
y
la
conquista
de
la
tierra
prometida
son
pruebas
de
la
gracia
y
misericordia
de
Dios.
Y
Jeremías
conocía
muy
bien
la
historia
de
Israel,
y
tanto
él
como
los
profetas
recordaban
al
pueblo
la
historia
por:
recordarles
la
fidelidad
de
Dios,
asegurarse
que
el
pueblo
no
olvidara,
enfatizar
el
amor
de
Dios
hacia
ellos,
recordarles
que
hubo
un
tiempo
en
que
estuvieron
cerca
de
Dios.
Al
igual
es
nuestra
responsabilidad
como
ministros
del
evangelio
de
Cristo
el
que
anunciemos
las
obras
maravillosas
de
aquel
que
nos
llamó
de
las
tinieblas
a
su
luz
admirable.
No
podemos
callar
y
más
al
vivir
en
tiempo
tan
difíciles
en
los
que
no
se
distingue
entre
lo
correcto
e
incorrecto.
Al
vernos
rodeados
de
la
exposición
tan
abierta
de
la
mentira
debemos
persistir
en
hablar
solo
y
nada
más
que
la
verdad
de
la
Palabra
de
Dios.
Cuatro
grupos
de
oficiales
o
lideres
en
Israel
fallaron
a
Dios
en
esto
y
eran:
a.
Los
sacerdotes
que
nunca
preguntaron
donde
esta
el
Señor.
b.
Los
expertos
en
la
ley
que
jamás
le
conocieron.
c.
Los
Pastores
que
se
revelaron
contra
Dios
y
fueron
tras
su
propia
voluntad.
d.
Y
los
Profetas
que
consultaron
a
dioses
inútiles,
dando
respuestas
en
nombre
de
Baal.
Los
Sacerdotes
que
nunca
preguntaron
donde
esta
el
Señor:
Baal:
era
el
jefe
masculino
de
los
dioses
de
la
región
cananea.
Era
el
dios
de
la
fertilidad.
Su
adoración
incluía
sacrificios
de
animales,
prostitución
sagrada
(hombres
y
mujeres)
en
los
lugares
altos.
La
orientación
sexual
de
la
adoración
de
este
ídolo
era
una
constante
tentación
...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.