Una matriarca con ametralladora
R E S E Ñ A
En el Federal Bureau of Investigations, F.B.I; poseemos las fichas y expedientes de muchos hombres y mujeres que han asesinado repetidas veces con el espíritu mas sanguinario, pero siempre hubo en ellos algo de humano que no podía menos de tenerse en cuenta.
“Ma” Barker y su progenie, puededecirse que entre los enemigos públicos ellos eran los más villanos y sanguinarios. . . . . .
UNA MATRIARCA CON AMETRALLADORA
POR
J. EDGAR HOOVER, DIRECTOR DEL F.B.I., WASHINGTON D.C., U.S.A., EN COLABORACIÓN CON KEN JONES.
DIFÍCILMENTE había nadie más duro y violento que “Ma” Baker y su progenie, lo cual debe aplicarse también a la otra mitad de la banda, o sea los pandillerosencabezados por Alvin Karpis. Yo creo que los conocí bien, porque contribuí a su captura y después a eliminarlos definitivamente. Sin menor lugar a dudas puede decirse que entre los enemigos públicos ellos eran los más villanos, un grupo de asesinos de alma negra, perversos depravados e increíblemente crueles.
En el federal Bureau of investigations, F.B. I (o sea la oficina federal deinvestigaciones), conocemos los secretos y los motivos del asesino en general estamos familiarizados con el crimen, porque poseemos las fichas y expedientes de muchos hombres y mujeres que han asesinado repetidas veces con el espíritu más sanguinario, pero siempre hubo en ellos algo de humano que no podía menos de tenerse en cuenta.
Sin embargo, no puede decirse otro tanto de “Ma” Barker, o mamaBarker, de sus cuatro hijos, de los Karpis y de las bandas de malhechores que tenían a sus órdenes, sin la menor excepción eran unos verdaderos monstruos y la palabra misericordia o piedad era desconocida en su estilo y en su manera de proceder. Se movían en un verdadero charco de sangre; asaltos a los trenes correos, golpes en los bancos , secuestros y tiroteos encarnizados de ametralladora; nada lesdeleitaba tanto como matar a un oficial de la policía y les importaba un soberano pimiento el que cayese algún curioso inocente bajo la ráfaga de sus balas. Ejecutaban a los que traicionaban, compraban a los oficiales de la policía que se dejaban corromper, “arreglaban” indultos fugas de las prisiones. La anarquía que sembraban estaba pudriendo las raíces mismas de la ley y el orden.Recuerdo la fuerza que tenían y las distintas impresiones que me produjo la investigación tortuosa de sus andanzas, el interrogatorio de los testigos y el estudio de los informes que nos enviaban los agentes especiales diseminados por todo el país. Mamá Barker, por ejemplo, había alquilado un apart6amiento sin que el dueño sospechase absolutamente nada, a pesar de que sabía que si la miraba a los ojosy veía su dura expresión acaso sospechase la verdad; un medico borracho limo las yemas de los dedos de un maleante enloquecido sin utilizar ningún anestésico; Karpis, el asesino de ojos rasgados, explico cómo pensaba eliminar a los agentes más importantes del F.B.I. de Los Ángeles, Chicago y Nueva York, incluyéndome a mi entre los de Washington, utilizando automóviles y aviones y como sehabía sublevado al saber que alguien le había llamado rata.
Recuerdo también que aquella tarde, en St. Paul, cuando estábamos seguros de que íbamos a terminar definitivamente con la banda, y lo único que estalló de pronto fue un estruendo de campanas de iglesias, de griterío de muchachos y de ladrido de perros.
-si era verdad, Alvin Karpis, cuyo verdadero nombre era Francis Albin Karpavicz,soñaba con ametrallar al F.B.I. y nunca fueron más vividos sus planes en el momento en que lo capturamos.
Era tan intensa la vida a punta de pistola de la sociedad Barker- Karpis, que es imposible presentar una descripción cronológica y ordenada de su enfangada historia. Con los asesinatos que perpetraban se mezclaba la corrupción y lo más probable es que fuese mamá Barker la que corría con...
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