Una meta realizable

Una Meta Realizable
Por Eugenia Ugartemendía
La humanidad sigue enfrentada al reto de resolver los problemas ambientales cuya actual magnitud e importancia no encuentran parangón en lahistoria. Muchos coinciden en que las formas de llegar a acuerdos para aplicar medidas efectivas que protejan el mundo natural exigen de urgentes reexámenes y rectificaciones. El programa de lasNaciones Unidas aprobado en la llamada Cumbre de la Tierra sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo realizada en 1992 en Río de Janeiro, que se sintetiza en la llamada agenda 21, sigue pendiente, y elimperativo ético con las futuras generaciones de aplicarla, salvo en pocas excepciones, no ha encontrado respuestas satisfactorias en la mayoría de los países.
Argentina no es la excepción. En loscomienzos del siglo veintiuno nuestro país sigue ávido de experiencias de valor universal, positivas e innovadoras, que inspiren y motiven esa necesaria transición hacia nuevos modelos de desarrollo queaseguren la protección de la naturaleza. Esto no significa que no contemos con condiciones y capacidades favorables para hacerlo. La manifiesta voluntad política de apertura democrática, laintención de construir un nuevo modelo o estilo de desarrollo, participativo, solidario e incluyente, con plena soberanía sobre nuestros recursos naturales, regresan optimismos y credibilidades.
Surgen asíespacios de oportunidad y momentos privilegiados que hay que saber aprovechar para incursionar en proyectos ambiciosos e innovadores que podrían llegar a convertirse, incluso, en ejemplos pioneros enmateria de protección de la naturaleza y el medio ambiente. Proyectos que aborden, de manera integral y armónica, las tareas que tienen que ver con la educación colectiva, las nuevas formas deproducir y de consumir, los cambios de mentalidad y de hábitos sociales, la cultura política, la participación real de la sociedad civil, los adecuados mecanismos institucionales y por supuesto la...