Una Mirada

Una mirada diferente

Los leves rayos del sol empezaban a despuntar aquella mañana de finales de marzo. Entrando a una estación del año en la que los arboles empezaban a tomar un color diferente, perdiendo algunas de sus hojas, quedando al descubierto frente a los vientos que amenazaban empezar a correr.
Una leve brisa entro a la habitación, filtrándose por la ventana de vidrios rasgados,sintiéndola como una fría caricia Josefina se despabiló del ostentoso sueño que acababa de tener. El otoño era su estación favorita, razón por la cual se sentía radiante al levantarse cada mañana y tenia siempre buen humor.
El reloj despertador marcaba ya las 6:50, así que, se apresuro a cambiarse, tenía algunas cosas que hacer antes de emprender el camino hacia la Universidad. Aunque muchaspersonas lo consideraban absurdo, estaba ansiosa por que acabaran las vacaciones para retomar sus estudios; y eso era algo que finalmente había sucedido.
Era el quinto año de su carrera el que iniciaba ese año, sentía una satisfacción enorme por haberse decidido por Medicina en la Universidad de Mendoza. La llevaba a su ritmo, con mucho esfuerzo y renunciamientos de por medio, le faltaba muy poco paraconseguir su titulo. Luego de hacerlo ya tenía todos los proyectos a seguir en su mente, quería trabajar con los niños, eran su debilidad y deseaba dedicarles todo su tiempo y esmero.
Fue un largo camino el que tuvo que recorrer para llegar a donde estaba, el destino la puso a prueba más de una vez, y sin darse por vencida logro pasar uno a uno los obstáculos que se le fueron presentando. En unprincipio, sus padres no estuvieron de acuerdo en que estudie Medicina, y no estaban en condiciones económicas como para solventar los gastos que implicarían que su hija se trasladase a otra provincia para continuar con sus estudios.
Desde que inicio sus estudios secundarios, Josefina estaba segura de cuál era su vocación y que es lo que quería hacer con su vida. Es de esas personas que si seproponen algo hacen de todo para alcanzarlo, y así sucedió.
La Sociedad Argentina de Medicina (SAM) entregaba becas a jóvenes con promedios mayores a 8 puntos durante su secundaria y que quisieran seguir la carrera de Medicina en alguna universidad del país. Enterada de esto, Josefina se esforzó sacando calificaciones que le alcanzaran para postularse en dicha beca. Sin estar segura si fue al azar,suerte de principiante o simplemente destino, una tarde de noviembre del año 2006 sonó el teléfono, informándole que había sido acreedora de la beca otorgada por la SAM.

Siendo espectadores orgullosos del esfuerzo que había hecho su hija, Norma Y Daniel, los padres de Josefina no pudieron oponerse a que se fuera a Mendoza a seguir su vocación.
Allí estaba, cinco años más tarde después dehaber llegado a aquella provincia que la cautivo desde un primer instante. Delimitada por la Cordillera de los Andes, encerraba un misterio que parecía develarse a sus ojos cada vez que admiraba el paisaje.
Estrechos eran los pasos que daba por la calle Uriburu, cuando se cruzo con su amiga Alejandra, la cual la saludo exhaustivamente:
-¡Que placer volver a verte amiga!
-Yo también me alegro devolver a encontrarte Ale. ¿Qué tal estuvieron las vacaciones?-dijo Josefina mientras se estrecharon en un fuerte abrazo.
-Tú sabes, más de lo mismo, sabemos que de donde venimos nunca pasan cosas demasiado interesantes.
Ambas jóvenes fueron charlando animadamente hasta llegar a la facultad, la que las había unido y la que era testigo de esa amistad sincera sembrada a lo largo de los años.Josefina estaba contenta de haber encontrado alguien tan incondicional como Alejandra, siempre contaba con ella. Se llevaban muy bien, estudiaban y salían juntas; compartían todo, fuera y dentro de la facultad.
Se separarían el año próximo ya que a diferencia de su amiga, Alejandra había decidido especializarse en neurología, tenía una fascinación algo extraña por los cerebros, que Josefina aun no...