Una Noche De Luna Llena
Una noche de luna llena
Como hacía un calor infernal, decidimos bañarnos en el extenso y caudaloso arroyo hasta que las sombras de la noche noscubrió .
La luna llena salió cuando todavía estaba claro, y desparramó su luz tenue por todo el campo, y llenó de reflejos la superficie ondulante del arroyo.
Sebastián, Pedro y yo, tomamos ellargo sendero que nos lleva rumbo al caserío; delante de nosotros iban nuestros tres grandes perros, que como siempre andaban molestando a las perdices que huía y se ocultan entre los pastos,haciéndolas volar de pronto y corriéndolas inútilmente, para luego volver con la lengua de afuera y muy cansado.
Íbamos conversando muy alegre, pero al pasar frente a la gran casa oscura y solitaria delviejo Fagundes hicimos mucho silencio como si fuéramos espías tan callados y caudaloso , porque aquel misterioso antisocial solía correr muy chocante a la gente que pasaba por allí de noche. Cuando nosalejamos un poco intentamos retomar nuestra conversación, mas la actitud de los perros que estaban tan iseguros y muy raro llamó nuestra atención..
- ¿Qué estarán rastreando? - preguntó Pedro. - No es rastro de perdiz - observó Sebastián.
- Perdiz no es, no - afirmé -, apenas mueven la cola muy lentamente , y están como inseguros.
Los tres rastreaban lo mismo, levantaban la cabeza ymiraban hacia un bosquecillo tan profundo ,misterioso y al ves oscuro que debíamos cruzar para llegar al camino. Más cerca de la arboleda se detuvieron, y olfateando el aire como si alguien estuvieraasechándolos comenzaron a gruñir. Nosotros paramos también y nos miramos muy nervioso y un poco asustado. Nunca habíamos visto aquella rara actitud en los perros; parecían temerle a algo que estabaallí, oculto entre las sombras y el follaje.
En ese momento (lo conversamos después), ninguno sintió miedo, pues confiábamos que si lo que andaba allí se abalanzaba muy de repente hacia nosotros,...
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