Una Noche Memorable

UNA NOCHE MEMORABLE
por Alberto Peyrano

Una reunión a orillas de un lago, en Suiza, marcó el cambio fundamental de cuatro escritores y al mismo tiempo surgiría, proyectándose desde las sombras del inconciente hacia la noche de los tiempos futuros, uno de los más famosos monstruos de la literatura moderna de terror: Frankenstein.

Lago Le Man, Ginebra, Suiza. En la fría y tempestiva nochedel 16 de junio de 1816, a comienzos de un verano atípico (los efectos de la erupción de un volcán en Indonesia habían dado un vuelco a la temperatura estival en el centro de Europa), junto al hogar encendido, una joven lee en voz alta, pausada y acentuadamente, los pasajes de un cuento de terror. Frente a ella, tres hombres y otra mujer escuchan atentamente. El juego de luces que hacían las llamasy el gran ambiente casi en penumbras, pone en movimiento las sombras aledáneas, que se incorporan al momento vivido como parte de una fantasmagórica escenografía dentro de la enorme y antigua mansión. La tensión aumenta. Ellos se acomodan en sus asientos, cruzan y mueven las piernas nerviosamente, la joven oyente mira hacia atrás pues le pareció ver algo que se movía en la oscuridad, el más jovende ellos tamborilea los dedos sobre el brazo de su sofá. La lectora, que no tiene más que 18 años, continúa leyendo, totalmente compenetrada de la historia que sus labios y su voz ofrecen. Al concluir la lectura, el silencio es total, cada uno ha quedado ensimismado, en el ambiente flota un clima amenazante, perturbador. Uno de los hombres se levanta lentamente, viste una larga bata de terciopelorojo. Su mirada es profunda y el cabello, ensortijado y oscuro, toma matices dorados a la luz de las llamas. Cojeando, se acerca a la joven, hunde lentamente su mirada en aquellos ojos grandes y claros, toma el libro que ha quedado descansando en su regazo, y junto a ella, mirando a los otros, gravemente expresa:
-“Escribamos una historia de fantasmas cada uno de nosotros”.
Afuera, la tormentase desata, los cielos se derrumban sobre el mundo en una catarata electrizada que continuamente rompe la oscuridad en forma aterradora. El rugido del viento pone su nota grave en ese apocalíptico concierto de furia y destrucción. Sin poder salir de allí, nuestros cuatro amigos quedan confinados en la casa, hasta que el Cielo lo permita nuevamente.

En el verano de 1816, el matrimonio formadopor el poeta Percy Shelley y la escritora Mary Wollstonecraft (posteriormente conocida como Mary W. Shelley), acompañado por Claire, hermana de Mary, decidió viajar desde Londres hasta el lago Le Man, en Suiza. Allí se contactaron con el poeta Lord Byron, quien se hallaba temporariamente en la zona, y con John Polidori, el médico personal de Byron. No tardaron en hacer buenas migas y surgió entreellos una relación amistosa que se fue acentuando con el correr de los días. Sus reuniones nocturnas llegaban hasta altas horas o, a veces, hasta la salida del sol. Los cuatro discutían e intercambiaban ideas sobre filosofía, literatura, política. Pero antes de continuar con esta historia, es preciso ubicarnos en sus respectivas personalidades y vidas, para tener un mejor acercamiento y una mayorcomprensión sobre la génesis de “Frankenstein”.

John Polidori nació en Londres, en 1795. Su abuelo había sido un médico que escribía sus tratados en forma de poemas, y su padre –cuando vivía en Italia- se desempeñó como secretario del poeta Antonio Alfieri. De un modo u otro, Polidori había contactado con la Poesía ya desde su propia genealogía. De ahí que sus vocaciones se dividían entre elHumanismo y la Medicina. Se graduó como médico a los 19 años y su tesis doctoral versó sobre sonambulismo. Admiraba profundamente a Lord Byron y cumplió uno de sus sueños cuando el poeta lo nombró médico personal y lo invitó a acompañarlo a Suiza. Si bien al principio la relación entre ambos fue muy buena y de mucha cordialidad, no tardó Byron en ensañarse con el joven galeno, humillándolo cuanto...