Una oscura obsesión - Kenneth Oppel

Páginas: 303 (75680 palabras) Publicado: 26 de mayo de 2015
Índice
Portadilla
Índice
Capítulo 1. Monstruo
Capítulo 2. La Biblioteca Oscura
Capítulo 3. El Alfabeto de los Magos
Capítulo 4. El alquimista
Capítulo 5. El doctor Murnau
Capítulo 6. El Sturmwald
Capítulo 7. Transformaciones milagrosas
Capítulo 8. El Gnathostomatus
Capítulo 9. Robo
Capítulo 10. El descenso
Capítulo 11. Arresto domiciliario
Capítulo 12. Guardián de secretos
Capítulo 13. Laspuertas del infierno
Capítulo 14. El último ingrediente
Capítulo 15. Huida nocturna
Capítulo 16. El Elixir de la Vida
Capítulo 17. La cripta de hielo
Sobre el autor
Créditos
Grupo Santillana

CAPÍTULO 1
M ONSTRUO

Encontramos al monstruo en el saliente rocoso de un acantilado, en lo alto del lago. Durante tres oscuros
días, mi hermano y yo habíamos seguido su rastro a través de un laberinto decuevas hasta su guarida en
la cima de la montaña. Y ahora lo contemplábamos, acurrucado sobre su tesoro, con su pálido pelaje y
sus escamas resplandeciendo a la luz de la luna.
Él sabía que estábamos ahí. Sin duda nos había olido al llegar, absorbiendo con las fosas nasales
abiertas nuestro sudor y nuestro miedo. Levantó un poco la cabeza encrestada, casi con pereza. Algunas
monedas y joyastintinearon cuando su cuerpo empezó a desenroscarse.
—¡Mátalo! —grité. Tenía mi espada en la mano y, junto a mí, el arma de mi hermano destellaba.
La bestia atacó a una velocidad incomprensible. Intenté apartarme inmediatamente, pero su cuello
musculoso se estrelló contra mí, y sentí cómo el brazo se me rompía y quedaba colgando inútil en mi
costado. Sin embargo, era mi mano izquierda la que blandía laespada, y con un grito de dolor hice un
corte en el pecho del monstruo, aunque mi hoja se desvió al chocar contra sus poderosas costillas.
Era consciente de que mi hermano estaba atacando las partes bajas del animal, evitando el azote del
aguijón de su cola. El monstruo se precipitó hacia mí de nuevo, con las fauces abiertas. Apunté a su
cabeza, intentando atravesarle la boca o los ojos, pero eraveloz como una cobra. De un golpe me tumbó
contra la piedra, peligrosamente cerca del borde del precipicio. El monstruo se encabritó, dispuesto a
atacar, y después chilló de dolor, ya que mi hermano le había amputado una de sus patas traseras.
Aun así, la bestia solo me miraba a mí, como si fuera su único adversario.
Me levanté sobre mi mano buena. Antes de que el monstruo pudiera atacar, me lancésobre él. Esta vez
mi espada se hundió profundamente en su pecho, tan hondo que me costó sacarla. Un líquido oscuro se
extendió como un lazo a la luz de la luna, y el monstruo se irguió a su máxima altura, una imagen terrible
de contemplar, y después se desplomó.
Su cabeza chocó contra el suelo y allí, entre el ensangrentado pelaje y la quebrada cresta, apareció el
rostro de una hermosa joven.Mi hermano vino a mi lado y juntos la contemplamos, maravillados.
—Hemos roto la maldición —me dijo—. Hemos salvado el pueblo. Y la hemos liberado.
Los ojos de la muchacha se abrieron y su mirada recorrió a mi hermano hasta posarse en mí. Sabía que
no le quedaba mucho tiempo de vida y una pregunta me quemaba por dentro. Me arrodillé.
—¿Por qué? —le pregunté—. ¿Por qué me has atacado solo a mí?—Porque eres tú —susurró— el verdadero monstruo.
Y después de aquello murió, dejándome sobrecogido. Me alejé tambaleándome. Mi hermano no pudo
oír sus palabras (de tan bajo como las pronunció) y cuando me preguntó qué había dicho, me limité a
negar con la cabeza.
—Tu brazo —dijo preocupado, sosteniéndome.
—Se curará.
Volví la vista hacia el montón de oro.
—Tenemos más de lo que podríamos gastar nunca—murmuró mi hermano.
Lo miré.
—El tesoro es solo para mí.
Me devolvió la mirada sorprendido, este hermano mío que se parecía tanto a mí que podríamos haber

sido la misma persona. Y de hecho así era, ya que éramos gemelos idénticos.
—¿Qué quieres decir? —preguntó.
Levanté mi espada, apuntándole a la garganta, y le fui llevando, paso a paso, hacia el filo del
precipicio.
—¿Por qué no íbamos a...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La Obsesion
  • la obsesion
  • Kenneth
  • kenneth
  • Obsesiones
  • la obsesión
  • Obsesiones
  • obsesion

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS