Una Pasión Inútil Artículo

Una pasión inútil
Por: Jair Zevallos
A principios del octubre pretérito, un artículo en el diario El País —leído justamente en el ínterin entre una novela y otra— mencionaba queFinlandia era la nación que más libros lee a nivel mundial. Cada finlandés lee en promedio 47 libros anuales. Si se tiene en cuenta que el año tiene 52 semanas, podríamos concluir que leen casi un libro a lasemana, lo cual, como estadística nacional, es una barbaridad. Yo, que me considero un lector humilde y entusiasta, debo admitir que, de principio, experimenté una terrible sensación de desconsuelopor no haber nacido finlandés sino peruano. Luego me sobrevino la envidia: según El País, las bibliotecas en Finlandia son una maravilla: “Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo debiblioteca”, diría Borges: Luego advertí que el paraíso estaba a 18h 45m de vuelo, de Lima a Helsinki, con dos escalas de por medio: una en Madrid, otra en Bruselas.
Para curarme de la envidia y la desazón,muchos días después, preso de una gripe que arremetía en bamboleo incesante de la nariz al pecho, en apenas unos pocos minutos de ocio, me hice la siguiente pregunta: ¿Y qué tipo de libros leen losfinlandeses? Aquel cuestionamiento me pareció válido, pues la calidad —sea de contenido, sea de forma— no es para nada similar, ni mucho menos equitativa, entre un libro y otro. Traté, de inmediato, recabarinformación puntual sobre el compendio de libros requeridos por los finlandeses, pero la dificultad de la búsqueda —un tímido “googleo” en donde no pasé de la primera página de resultados— medesanimó, así que me dispuse a ficcionar. Sea lo que sea, me dije, espero que no se trate de literatura.
El pequeño ensayo de Mario Vargas Llosa titulado Un mundo sin novelas empieza de esta manera:«Muchas veces me ha ocurrido, en ferias del libro o librerías, que un señor se me acerca con un libro mío en las manos y me pide una firma, precisando: "Es para mi mujer, o mi hijita, o mi hermana, o...