Una politica del idioma

23 de agosto de 2013
Español Avanzado Grupo AEnsayo: “Una política del idioma”

Como muchos saben, los puertorriqueños desgraciadamente padecemos de muchos complejos en cuanto a nuestra identidad. El colonialismo ha dejado un legado dedesprecio por lo puertorriqueño y muchas veces caemos presos de un sentimiento de inferioridad. Uno de los temas que más agobia al puertorriqueño es el de nuestra manera de hablar el español. Por ignoranciamuchos por ‘ahí’ dicen que los boricuas no sabemos hablar el español y los que han vivido en Estados Unidos han sido criticados por otros latinoamericanos y somos objeto de burla. Las personas queestán más cerca de lo académico (escuelas, universidades), de trabajos en oficinas (periódicos, empresas), entre otros, son las que más hacen uso de los diccionarios y se avientan a corregir sus erroresligústicos.  Al alcance de un ‘click’ logran salir de dudas respecto al idioma.
Estas son algunas de las particularidades que definen el español puertorriqueño: Un caso es el de las acepcionespuertorriqueñas que faltan incluir en el DRAE. Tal es el caso de: égida, chicho, abanico, cafre y chinchorro. Acostumbramos a llamar algunos objetos por la marca que ha dominado en el mercado en lugar delnombre correcto.  Algunos ejemplos de esto son: “Pampers, Chub´s, Vel y Listerine”. Es muy normal que se utilice un lenguaje que haga referencia a la guerra, es por tal que se escuchan expresionescomo las siguientes: aquí en la lucha o es un guerrero y ¡Dispara! No vacilamos en nuestro ingenio de crear nuevas palabras o acepciones, dejándonos llevar, muchas veces, por construcciones metafóricaso símiles. Creamos gerundios de cualquier palabra, sea ésta verbo, o no.  Es por esta razón que escuchamos o decimos palabras como: piñoneando, chinchorreando y turisteando. En muchas ocasiones, no...