Una realidad irrenunciable: la muerte

CAMINAMOS HACIA LA MUERTE.

Nuestra existencia tiene una innata dinamicidad. Empieza un ciclo de vida, con sus inherentes cambios psíquicos, físicos y espirituales en cada individuo hasta que un día termina el ciclo dando inicio a un nuevo ciclo de vida. Somos seres en constante cambio, y estos cambios son notorios, incluso presupuestos e intuidos. Ese constante caminar nos conduce hacia unfinal. Un final al que nadie puede decir no. La muerte nos rodea y tarde o temprano seremos sus protagonistas. Por eso, nuestra existencia se dirige hacia una realidad que no es apreciada porque se manifiesta en toda su crudeza. Somos seres que peregrinamos en este mundo hacia un destino irrefutable: la muerte.

1.1 En búsqueda de razones.

Estamos en un tiempo de contradicciones; por eso, almismo tiempo que se acentúa con énfasis la experiencia como la mayor razón ante lo incierto, se da también una tendencia hacia la búsqueda de respuesta en la profunda espiritualidad1.

Esta situación se la puede entender por dos posiciones fundamentales que a la humanidad se le presenta: la una basada en una realidad donde la experiencia es el único dato de conocimiento, en la cual, no existe unarealidad después de ésta; y la otra, asegura que no sólo la experiencia es el único dato del conocimiento y cree en la existencia después de la muerte.

Será, por lo anteriormente expuesto, que podemos entender las diversas posiciones, razonamientos, etc., que se realizan ante el tema de la muerte. Y aunque, el tema en sí, parece desbordar nuestra capacidad; ya que, si vamos a morir ¿para quédedicarle tanto tiempo a este tema?2; puede también llevarnos a tratar de ignorarla u olvidarla3 como una parte no apreciada en nuestra vida. No debemos permitir que estos problemas, nos hagan prescindir de los diversos aportes que se han elaborado sobre el tema de la muerte. Ya que estos aportes han marcado el desarrollo de la humanidad; y conllevan necesariamente una manera concreta de vivirla vida, de situarse en la historia

1.1.1 La muerte como tema absurdo a ser tratado.

Para muchos pensadores el tema de la muerte no merece consideración alguna. Así, por ejemplo, para Epicuro la muerte es algo que no nos concierne. “Cuando estoy yo –decía- no existe la muerte; cuando está la muerte, no existo yo”4. De tal manera, que mientras vivimos debemos estar situados en lo que se nospresenta, una visión así, elimina a la muerte como problema. Y si ésta aparece no importará nada; ya que, no vale ninguna consideración anterior a la muerte.

No se encuentra lejos de esta postura el existencialismo de corte ateo. Para esta corriente, los temas que trascienden nuestra existencia no merecen tener un esfuerzo de razonamiento. Sólo el hombre que se encuentra “arrojado” en el mundopuede buscar llenarse de alegrías o tristezas mientras existe. Es decir, ser artífice de su propio destino en su paso por la existencia, el resto sobra para cualquier consideración5.

Este modo de pensar se encuentra muy en boga en la actualidad. Y la que se encarga de impulsarlo es la corriente secularista. Corriente que “consiste en una visión autonomista del hombre y del mundo, que prescindede la dimensión del misterio, la descuida e incluso la niega”6. Entendida de esta manera, el secularismo no sólo que impulsa un pensamiento basado en lo tangible; sino más bien, refuerza las convicciones para alejar de nuestras vidas el tema de la muerte por el misterio que ella acarrea. Ya que, el hombre al ser autónomo conjuntamente con el resto de cosas que ocupan tiempo y espacio en el mundodebe preocuparse del presente como única vía de conocimiento; donde la muerte no es nada más que un hecho natural de la vida, que deshace todo; pues, somos material expuesto a la corrupción. Por eso la muerte no merece ningún esfuerzo intelectivo; siendo preferible que se mantenga en el olvido y desterrada del pensamiento; para poder así vivir la vida de la mejor manera, sin ninguna preocupación...