Una Reflexión Acerca De "El Romancero Gitano". García Lorca.

Involucrarme en el universo de García Lorca, específicamente en el Romancero Gitano, ha sido una experiencia que poco a poco va entrando a mi sentimiento. Aquella voz que encuentra una repercusión universal en el ser humano, de primera leída, me llevó a pasear por las calles y campos andaluces, con un acento más bien sombrío pero poblado de pasión, de efervescencia; la belleza de las imágenes, elolor del polvo que dejan tras de sí los jinetes con sus caballos, los sonidos del campo; mujeres y hombres expresando la polaridad con una contundencia que se abre a todas las posibilidades cuando la pena se hace presente.
Observé con detenimiento lo que rodeaba a la España de aquellos años, y así fue como empecé a establecer una relación con lo que verdaderamente se desadormece en mí al leer aLorca. Reconocí el sereno con olor a tierra y a naranjos, que es parte de mi historia personal; por ello preferí empezar por aquel paseo entre los finísimos cuadros, que son piezas habitadas por el duende como lo que se aposenta en ellos: los gitanos, el amor, la muerte, la pena, y un silencio que no está sereno sino henchido de furia y lamento, de fuego. Un silencio de muerte.
Acudo alsilencio como manifiesto de todo aquello que no se ve ni escucha, sólo se siente, se sabe a cada instante. Silencio cómplice, personaje escondido entre “bien lunados y mal vestidos”, que se cuela ondulante por donde nadie quiere que llegue mas, donde encuentra una dimensión acogedora no se lucha en su contra, no por falta de gallardía, sino porque es ya claro que es una pregunta para la cual no se tienerespuesta; una lucha que se mantiene desde el origen y se ha peleado en desventaja; una lucha que no cesará nunca.

“…pero queda la razón y la sustancia…”

Y es la sustancia lo que le interesa al poeta andaluz, la del espíritu más primitivo que se amamanta con los años de la misma leche agria. La que toman los hombres y mujeres eternamente extranjeros, anulados, menospreciados en lasuperficie, que son para él precisamente quienes dan forma a lo indescifrable, siendo por otra parte la gente más sencilla la que prefiere Lorca. Los gitanos, seres que nunca terminan de decodificarse a plena luz, se saben errantes innegablemente, portadores de una sangre saturada de pena y arrebato pero también de una profunda honestidad, indispensable para encausar la revelación limpísima que necesitahacer el poeta; la verdad del humano terrenal, vida, en una expresión que no tiene medias tintas.

Vienen altos caballeros
y damas de triste porte,
morenas por la nostalgia
de un ayer de ruiseñores.


La mujer pasajera que se tiñe de grises y niebla, con una presencia suave pero certera, sensual y casi divina, es una voz que recuerda las más de las veces los secretos del gitano y la crueldadque éste encierra; es la que canta la pena sin explicación. En ella la pasión está latente pero contenida; resulta exculpada de los trotes violentos en los que participan los gitanos, y es amada y capaz de enloquecer de deseo al sexo opuesto. En ella confluyen la belleza y una sensualidad maternal con la nostalgia de un ayer de ruiseñores. Es como el alma vieja del romancero. El gitano muestra suarrebato, el vigor, la hombría y desenfreno de la pasión al debatirse entre la vida y la muerte en “Reyerta”, o como lo hace en la “Casada Infiel” al satisfacer a una mujer bellísima que apenas conoce, pues no sabía que era casada con lo que se muestra aún más aventurado, sin dejar la caballerosidad de lado. Hombrón imponente y erotizado que está dispuesto a la batalla, pues en su porte carga conpistola, y se regocija en su virilidad a cada momento. Pero no está exento de vivir la pena negra, con el mismo lamento de aguardiente que corre por sus venas. Lo cotidiano se torna en ese silencio enardecido para abrir el cauce de la verdadera y más profunda de las tristezas que golpean al pueblo entero.


Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,...