Una Sur Can
Por Juan Francisco Rojas Penso
Analitica.com
30 de agosto de 2007
Entre la diversidad de temas que deberán abordar los gobiernos para alcanzar el consenso en torno al tratado que institucionalizará a la Unión de Naciones de Suramérica (UNASUR), uno de los que concitará el interés será el del vínculo entre la nueva organización y sus relaciones con la ComunidadAndina (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Asimismo, deberán analizarse las vinculaciones con la Comunidad del Caribe (CARICOM), de la cual son miembros activos Guyana y Surinam.
Independientemente del juicio de valor que nos merezcan esos procesos subregionales de integración -CAN y MERCOSUR- no cabe ninguna duda que en el marco de cada de ellos se ha venido generando un acervointegracionista que, de ninguna manera, debería ser ignorado a la hora de sentar las bases sobre las cuales se construirá la unidad suramericana. No obstante las dificultades que han enfrentado, y enfrentan, ambos esquemas integracionistas, es conveniente destacar que el mencionado acervo generado en cada uno de sus respectivos ámbitos no solo se enmarca en la materia comercial, sino que han trascendidohacia los campos político y, en menor medida, el social, lo cual deberá ser rescatado de todo ese océano de desencuentros que ha bañado las riberas de la región.
Acometer ese rescate, no será sencillo. Por el contrario, esa tarea constituye una labor ardua que para su culminación, pondrá a prueba la voluntad política de los gobiernos de los doce países que fundarán UNASUR. Podemos presumir que elgran obstáculo a superar será el de determinar el método mediante el cual se rescatará la experiencia integracionista regional, que data de 1960.
A pesar de partir de la base de que UNASUR será una organización que privilegiará acciones de complementariedad en las áreas política, social y económica frente a aquéllas que promueven la competencia entre los países participantes, es decir, que losaspectos de índole comercial se constituirán en fuerzas resultantes y no en determinantes de la evolución del proceso unitario; es necesario tener presente que, en cualquier caso, se conformará un espacio económico ampliado con base en los avances verificados en los esquemas subregionales de integración y en los acuerdos, bi o plurilaterales, que se encuentran vigentes entre los países miembros decada uno de ellos o con las naciones que no forman parte de ninguno de esos esquemas.
Sería fácil pensar en la posibilidad de establecer un programa de convergencia entre la CAN y el MERCOSUR al cual podrían adherirse Chile, Guyana y Surinam. Otra simplificación del problema sería la de postular de hecho, la absorción directa de los dos procesos subregionales por parte de UNASUR promoviendo,simultáneamente, la incorporación de los otros tres países de la región. Las dos vías, confluentes en su objetivo, enfrentarían un cúmulo de resistencias de distinta naturaleza que harían inviable su instrumentación.
La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) es muda testigo de los infructuosos esfuerzos que se han emprendido para establecer un plan para la convergencia de los acuerdosvigentes en su ámbito. El único avance que ha podido verificarse con esa orientación ha sido la suscripción en octubre de 2004 –luego de una década de negociaciones- de los acuerdos entre los países andinos y los del MERCOSUR sentándose, entonces, las bases de un Espacio de Libre Comercio que, hasta la fecha, no reviste avances hacia su multilateralización.
Plantearse una absorción pura y simplede los esquemas subregionales, al igual que el plan de convergencia, entraría en colisión directa con los equilibrios alcanzados entre los países para avanzar hacia su integración, aunque ella sea de carácter exclusivamente comercial. Los precarios equilibrios que abren la puerta para la suscripción de acuerdos se alterarían de tal manera, que hasta podrían, no solo entorpecer, sino provocar una...
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