Una tarde diferente

 Marian era una adolescente típica, había nacido en la época en que surgieron todos los aparatos y medios modernos de comunicación. Su niñera fue la televisión, su juguete favorito, el celular desu mamá cada que se descuidaba o que conseguía que se lo prestara. Sus pasatiempos siempre eran algo relacionado con una pantalla. De videojuego, de computadora, de celular, o cualquier otro.Había crecido y se había desarrollado al mismo tiempo que todos ellos, por lo que los conocía a la perfección, tanto que hasta a sus abuelos los asesoraba en todo, desde el control remoto de la tv,enseñarlos desde a prender una computadora, hasta cómo usarla para lo poco que podían necesitar y entender.
Lo bueno de todo esto es que siempre estaba actualizada en todo lo que se refiere a nuevastecnologías y el uso de ellas .Lo malo, dedicaba más tiempo a sus aparatos, que a sus estudios, por lo que era más bien una alumna del montón…
Un día, anunciaron que saldría un nuevo juego,diferente a todo lo que había visto antes y, por supuesto, ella lo quería. Lloró y suplicó, amenazó y chantajeó hasta que por fin su papá se lo consiguió (a 24 meses sin intereses). Lo metió en suconsola Z13K y empezó a jugarlo.
Descubrió que era un juego interactivo y en el que tenía que permanecer en constante movimiento, a riesgo de perder sus únicas tres vidas. Este juego lo podía jugarconectada en línea con otros amigos que también lo tuvieran y así, se encontraban dentro del mismo para formar un equipo y así, poder triunfar sobre Devol, la computadora autónoma capaz de pensar yrebelarse contra sus creadores.
Sus padres, que pensaban que nada malo podía pasar si Marian no salía de su casa, la dejaron para asistir a una boda en un pueblo situado a unas 3 horas de allí.Y ella se quedó muy contenta , de no tener quien la regañara y de poder jugar todo el tiempo que quisiera con su nuevo juguete.
Al principio todo fue bien, se encontró con varios compañeros de...