Una vida alegre
Mientras se estudiaban los restosSin embargo como el correoso cadáver fue izado sobre el navío dejo importantes restos que pudieron ser estudiados por el doctor Yano de 39 años de edad un oceanólogo que tomó muestras de tejido conocedor de queel estudio podría revelar la verdadera naturaleza del ser que habían encontrado. Según el diario de abordo el cadáver encontrado tenía un cabeza de aproximadamente 45 cm. en la que faltaba la mandíbula inferior, con un cuello de 1,5 metros se podía observar como parte de los órganos internos estaban parcialmente devorados por pequeños peces o gusanos. Se estimo que llevaría muerto cerca de unmes.Cuando Yano regreso a Japón en un barco diferente el 10 de Junio de 1977 rápidamente reveló las fotografías que había tomado. En ellas se podía apreciar el extraño animal y se observaba con claridad el largo cuello en proporción a su reducida cabeza. Los científicos locales dijeron nunca haber visto un ser similar y marcaron la similitud con un ser ya extinto, el plesiosauro.El 20 de Junio de1977 se hizo una rueda de prensa anunciando el misterioso descubrimiento, sin embargo los estudios científicos aun no habían concluido. La prensa sensacionalista encontró un importante filón y a pesar de los consejos del grupo de científicos que recomendaban cautela hasta tener pruebas más contundentes la noticia de que se había encontrado un plesiosauro se propagó a gran velocidad en Japón. | || El Profesor Yoshinori Imaizumi, director del centro de investigación animal del museo de ciencias de Tokio al ser entrevistado por un periódico afirmó: "No es un pez, ballena o cualquier otro mamífero... Es un reptil y tiene una gran similitud con un plesiosauro. Este es un importantísimo descubrimiento para el ser humano. Parece que esos animales no están extintos después de todo. TokioShikama otro prestigioso investigador también añadió: "Tiene que ser un plesiosauro, estas criaturas deben seguir rondando los mares de Nueva Zelanda alimentándose de peces”.Mientras tanto los científicos europeos y americanos se mantuvieron más escépticos, recordando casos acontecidos en otras ocasiones y en los que restos de ballenas, tiburones e incluso tortugas llegaron a confundir a los másentendidos en la materia. Argumentaron que hasta que el estudio químico no fuese definitivo no se debía especular con la procedencia de dichos restos.Pero ya era demasiado tarde la fiebre por el hallazgo era tal que incluso el propio estado japonés edito una nueva serie de sellos con la estampa del plesiosauro. Cadenas jugueteras apostaron por la monstruo manía y sacaron nuevos divertimentos enfocado...
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