UNA VIDA CON PROPOSITO
¿Dónde está, pues, mi esperanza? y mi felicidad ¿quién la divisa? Job 17,15
Todos los seres humanos y especialmente los jóvenes llevamos dentro, un anhelo, un deseo intrínseco de encontrar la felicidad. Es por ello que tratamos de conseguir a toda costa: Dinero, posición social, alto niveleducativo, accesorios tecnológicos, grandes inmuebles etc. todo esto con la creencia que si lo obtenemos seremos felices.
Pura ilusión, vana ilusión que ha llevado a muchos a una inmensa depresión y al borde de la locura, no porque tener bienes terrenales sea malo sino más bien por la frustración de no encontrar ahí nuestra realización personal, tal como el mundo nos ha hechocreer: “si obtienes esto serás feliz”, sino lo tienes no existes o eres inferior . La interrogante final suele ser: que más necesito para ser feliz, y cuando lo tengo todo y aun mi vida no tiene sentido, llega un gran vacío que nada puede llenar. En contraste muchos viven por el solo hecho de existir, y vivir sin sueños ni aspiraciones es lo más triste que a un ser humano le puedesuceder, es como un barco sin rumbo ni dirección que se deja llevar por el viento y cuyo capitán duerme en el eterno mar de la indiferencia. Y entonces:
¿Cuál es el propósito de la vida?
Sigan en todo el camino que Yahvé les ha marcado; así vivirán y tendrán éxito… Deut 5,33a
Sabemos que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. El mismoes que seamos inmensamente felices y salvos en el proceso. Sucede que a algunas personas les resulta más fácil descubrir ese propósito que a otras. Para otros, toma algún tiempo. La mayoría de la gente piensa encontrar su propósito en algo que verdaderamente ama, en algo que le es natural.
Pero, ¿qué pasa cuando las cosas no son tan claras? ¿Qué pasa si no conocemos los dones que tenemospara esto? ¿Qué pasa si no tengo nada especial para lograrlo? No pasa nada, la mayoría de la gente vive así, existiendo en vez de vivir feliz.
¿Para qué nos creó Dios?
“Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones”. Jer 1,5
Según la respuesta tradicional decatecismos para niños, Dios nos creó para conocerle, amarle y servirle. De esa forma podremos ser eternamente felices con Él en el Cielo. No por nada nos concede las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad. Para conocer la grandeza de Dios tenemos, por contraste, que conocernos tan bien como el hijo pródigo que se dio cuenta de su miseria.
El recuerdo de su padre anima al hijo pródigoa dedicar todo su esfuerzo y astucia a lo que vale la pena, a servirle a su padre, por lo cual decide: “Me pondré en camino adonde está [él]” (Lc. 15, 18).
“Tengo mi misión, soy un eslabón en una cadena, un vínculo de unión entre personas. No me ha creado [Dios] para la nada. Haré el bien, haré su trabajo; seré un ángel de paz, un predicador de la verdad en el lugar que me es propio… silo hago, me mantendré en sus mandamientos y le serviré a Él en mis quehaceres’ ¡Cuántos son infelices simplemente por no saber su propósito en este mundo!
“Si juzgas rectamente comprenderás que has sido creado para la gloria de Dios y para tu eterna salvación. Comprenderás que éste es tu fin, que éste es el objetivo de tu alma, el tesoro de tu corazón. Si llegas a este finserás dichoso, si no lo alcanzas serás un desdichado.” (S. Roberto Belarmino).
Es en el amor de Jesús que se debe comenzar a mirar nuestro caminar. En el amor de aquel que ofreció su vida misma por nosotros y que dio, en mandato directo, el mandamiento del amor. Acaso no descubrieron los discípulos su propósito en ese aceptar, escuchar y vivir "el amor"?
Antes de ser seducidos por...
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