Unasur : un cambio de paradigma en los procesos de integración latinoamericanos
Introducción
A partir de la década de mil novecientos cincuenta, como consecuencia del
nacimiento de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), y con
más fuerza tras la caída del bloque Soviético y la consolidación de la Unión
Europea, la integración ha estado en la agenda política de todos los estadoscomo herramienta para enfrentar la aceleración en la dinámica de circulación
de personas y capitales y la internacionalización de los procesos económicos,
los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales, propias del fenómeno
de la globalización.
La integración se presenta como respuesta a la globalización, (en un intento de
los estados para superar su propia crisis y maximizarlos efectos beneficiosos
del proceso) paradójicamente estructurada en torno a un paradigma de
soberanía, cuyo desarrollo resulta difícil de imaginar sin la dilución de las
fronteras culturales y económicas sobre las que se asentaban los clásicos
estados nacionales. Sobre el tema Silvina Barón Knoll afirma: “El fenómeno de
la integración aparece íntegramente vinculado al concepto de soberaníabajo el
marco de la integración los estado ceden o transfieren ciertas proporciones de
decisión, propias de los órganos nacionales, a una entidad distinta, con
organización propia que tiene la facultad de emanar reglas de derecho público
y privado que se incorporan automáticamente como derecho propio de los
estados siendo aplicada por los jueces ordinarios ante la invocación que de
ellaspuedan hacer los particulares”.1
Los países de América Latina no han sido ajenos a este fenómeno y desde la
década de 1960 bregan por alcanzar la conformación de algún bloque
integrado regional o subregional exitoso, sin obtener resultados alentadores
hasta el momento, no habiéndose superado nunca el nivel de unión aduanera
imperfecta.
Tanto los intentos de integración desarrollados a nivelregional (como la ALALC
y su sucesora la ALADI) como los impulsados a nivel subregional (la CAN y el
Mercosur) presentan aspectos similares que podemos resumir en:
• La adopción de una concepción restrictiva, que reduce el ámbito de la
integración a materia económica.
• Intención de constituir un mercado común.
• Vocación de profundizar en pos de lograr la integración bajo la figura de
unaorganización supranacional.
• La desconfianza de los gobiernos latinoamericanos en el proceso y la
sistemática falta de decisión política.
Ni siquiera la consolidación de la democracia en los países del subcontinente
que fue fundamental para la disipación de la mayoría de los posibles
escenarios de enfrentamiento, fue suficiente para lograr el despegue definitivo
de la integraciónregional, ya que si bien el Mercosur obtuvo algunos éxitos
iniciales, estos se disiparon a finales de la década de 1990 cuando las
1 Barón Knoll, Silvina. “Cuestiones constitucionales de la integración”. En “Estudios sobre el Mercosur”.
AA.VV. Coordinado por Enrique F. Roig. Ediciones Jurídicas Cuyo. Mendoza. 2007. Pág. 183.
dificultades comenzaron a aflorar entre los dos principales componentes delbloque como consecuencia del ingreso de la región en un cono de sobra
recesivo sobre sus economías. Como afirma Enrique Roig, “El éxito comercial
para los socios mayores en los primeros años del Mercosur, obedeció a
situaciones coyunturales. La desaparición de esa situación comercial ventajosa
puso al descubierto la debilidad de convicciones las dudas y las confusiones
sobre los objetivosde la integración”.2 Lo que desnuda la imposibilidad de
lograr la integración solamente apostando por lo económico.
La actual situación política y económica, de relativa estabilidad y coincidencia
ideológica entre los gobiernos de la región han alentado nuevas expectativas
sobre el avance definitivo del proceso de integración. Es en este marco en que
surge la UNASUR, como organización...
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