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En un mundo tan complejo, las técnicas y los métodos administrativos clásicos son cada vez más inoperantes. La demanda social es cada vez más grande y los medios para responder cada vez menos eficaces, ya que de ahora en adelante están inadaptados a las complejidades de un mundo que, de hecho, ha cambiado de naturaleza.
. El crecimiento sistemático de los gastos de salud por el costo en aumentode las técnicas y del envejecimiento de la población, la desorientación financiera que se observa en todos los gastos sociales: enseñanza, asistencia, seguridad social, el problema planteado por las transferencias de ingresos políticamente indispensables, nos perfilan un porvenir a primera vista insostenible.
Los problemas técnicos y las discusiones esencialistas deben volver a colocarseigualmente en el contexto de una sociedad industrial completamente desquiciada. Con este cambio de contexto, de ahora en adelante nuestro marco conceptual está cuestionado, ya que nuestra sociedad ya no es una sociedad industrial.
Nuestras instituciones y el razonamiento administrativo y político subyacente se han constituido progresivamente e impuesto en el curso del paso de las sociedades agrarias,artesanales y mercantiles del siglo xviii a las sociedades industriales de producción y de consumo de masa del siglo xx. En el nuevo mundo post industrial que está surgiendo, este modo de resolver nuestros problemas colectivos se vuelve cada vez menos operativo. La respuesta ofrecida por los teóricos que consiste en conformarse en restringir al Estado y dejar que los mercados operen por sí solos, nolo es más, aun si puede ofrecer provisionalmente un descanso útil. A plazo, va a contracorriente porque la complejidad creciente de las relaciones humanas y de los mercados mismos, exige más organización y no más laissez faire.
De hecho, no podemos adaptarnos al mundo de mañana, cada vez más presente hoy, en el mercado del razonamiento de los conceptos y de las prácticas de hoy. Para resolver losproblemas es preciso cambiar los términos. Presenté en 1987 el concepto de Estado modesto1 en este espíritu. No se trata de restringir las funciones y de cortar las ramas muertas, sino de transformar la relación del Estado con la sociedad. Gobernantes y funcionarios no pueden cumplir con sus misiones indispensables sino dejan de querer acaparar el interés general y, en su nombre, pretender mandara los ciudadanos, para empeñarse más modestamente en crear las condiciones que permitan a la sociedad autorregularse. Estos papeles son extremadamente difíciles de desarrollar. Exigen mucho más conocimiento e inteligencia, pero son mucho más apasionantes.
Paradójicamente, es una ambición muy grande querer pasar del Estado arrogante e importante que conocemos a un Estado modesto, de hecho mucho másactivo e influyente.

El desarrollo del bienestar y con él la libertad de elección de los individuos y, finalmente los saltos de complejidad que hemos efectuado, han trastornado totalmente el juego social.
La contribución de las actividades agrícolas en el empleo, de por sí muy débil, disminuye todavía más; la de las actividades industriales, que había llegado al tope, se reduce de modo regulardesde hace quince años 1.5% anual. Visto más de cerca, observamos que el porcentaje de los empleos manuales y de los trabajadores tradicionales (los OS: obreros especializados) baja 2.5% al año. Si consideramos solamente los antecedentes técnicos del problema, esta caída podría ser mucho más rápida y continuarse hasta la casi desaparición de estas actividades en unos veinte años.
En el aspectocualitativo, vemos que la parte de soft –es decir, todo lo que es concepción, preparación, formación, seguimiento, mercadotecnia y relaciones con el exterior- en las empresas aumenta cada vez más en relación con la parte del hard –el trabajo sobre la materia-. Por otra parte, descubriremos que el modelo producción de masa-consumo de masa que dominaba la economía no constituye más la palanca...