Unidad 6

Seminario IX: La identificación – Jacques Lacan

Clase 2
Los analistas entendemos por identificación es una identificación de significante.
Lacan otorga primacía a la función del significante en toda realización del sujeto.  En la constitución de un ser, hay un encadenamiento de organización significante a entrar en lo real por intermedio de los seres hablados. Esto tiene un valor ejemplar paradefinir lo siguiente:  son las leyes de la identificación en tanto identificación de significantes. Lo que aquí se opone, aquello de lo que se distingue es que la identificación de quién por allí se distancia, es de lo imaginario, aquella que Lacan intentaba mostrar en el extremo del estadio del espejo, en lo que llama el efecto orgánico de la imagen del semejante, el efecto de asimilación queaprehendemos en tal o cual punto de la historia natural.
Los elementos de información significante comportan serialidad, rasgo también de corte, esto que De Saussure ha articulado bien diciendo que lo que los caracteriza a cada uno, es ser lo que los otros no son.
¿Qué fundar sobre el "yo pienso" si los analistas saben que ese "en lo que pienso" que podemos aprehender, reenvía a un "de qué y dedónde a partir de lo cual yo pienso"? La fórmula de Descartes (“pienso, luego soy”) nos interroga por saber si no hay al menos ese punto privilegiado del "yo pienso" puro sobre el cual podamos fundarnos. Esta fórmula parece implicar que es necesario que el sujeto se preocupe de pensar en todo instante para asegurarse de ser, pero ¿es suficiente? Es allí donde Descartes nos deja suspendidos.
Ese yo(je) en la conclusión "pienso, luego existo" queda en estado problemático. Debemos percatarnos del carácter evanescente de ese 'je'; nos hace ver que el verdadero sentido del primer paso cartesiano es articular como un "yo pienso y yo no soy". Es al dejar de pensar que puedo entrever que yo sea simplemente.
La temática cartesiana no es irracional que el deseo al no poder ser articulable simplementeporque es un hecho articulado.
La duda de Descartes es una duda bien diferente de la duda escéptica. Frente a la duda de Descartes, la duda escéptica se despliega enteramente a nivel de la cuestión de lo real. Contrariamente a lo que se cree, está lejos de ponerlo en causa, él lo hace volver, reúne allí su mundo. Descartes pone en cuestión al sujeto mismo, y aunque no lo sepa, es del sujetosupuesto saber que se trata. El primer tiempo de la meditación cartesiana tiene el rasgo de un pasaje al acto. Se sitúa a nivel de ese estadio insuficiente y al mismo tiempo necesariamente primordial, en el que toda tentativa tiene la relación más original, al deseo, y a lo que conduce su recorrido es al Dios que sucede inmediatamente. Lo que sucede inmediatamente, el paso del juego engañador, ¿qué es?Es el llamado a algo que para contrastarlo con las pruebas anteriores de la existencia de Dios.
El Dios del que se trata aquí, que hace entrar a Descartes en ese punto de su temática, es ese Dios el que debe asegurar la verdad de todo lo que se articula como tal. Es lo verdadero de lo verdadero, el garante de que la verdad existe y tanto más garante como que esta verdad como tal podría ser otra,nos dice Descartes, si ese Dios lo quisiera, que podría ser el error. ¿Qué quiere decir? Que nos encontramos ahí en todo lo que puede llamarse la batería de significantes confrontada a ese rasgo único en la medida en que podría ser sustituido a todos los elementos de lo que constituye la cadena significante, soportar esta cadena por si sólo, y simplemente por ser siempre el mismo. Lo queencontramos en el límite de la experiencia cartesiana del sujeto evanescente como tal, es la necesidad de ese garante, del rasgo único, del trazo único. La fundación del uno que constituye ese trazo está tomada en su unicidad: es lo que tiene en común todo significante, de ser ante todo, constituido como trazo, de tener ese trazo como soporte.
Es a partir del Ideal del Yo, concreto de identificación...