UNIDAD I Cantar Del Mio Cid
Texto modernizado
Gutiérrez Aja, M.ª del Carmen (ed. lit.)
Riaño Rodríguez, Timoteo (ed. lit.)
En el manuscrito, falta la primera hoja, unos 50 versos. Es posible que en ellos se relataran las causas del destierro del Cid y los preparativos para la salida de Castilla. Podemos rellenar esta laguna, como lo hace Menéndez Pidal, sirviéndonos de la Crónica de Veinte Reyes, laCrónica de Castilla y la Particular del Cid1::
«"Y los que conmigo fuereis de Dios hayáis buen grado.
Mas, los que acá quedarais quiérome ir de vos calmado".
Entonces habló Álvar Fáñez su primo cohermano:
"Con vos iremos Cid, por yermos y por poblados,
Que nunca os faltaremos mientras estemos sanos;
Con vos emplearemos las mulas ylos caballos,
Y los hombres y los paños.
Siempre os serviremos como leales vasallos".
Entonces, otorgaron todos cuanto dijo don Álvaro.
Mucho agradeció mío Cid cuanto allí fue acordado.
Mío Cid partió de Vivar para Burgos enderezado;
Así deja sus palacios yermos y desheredados».
Acto o cantar primero
Narra las hazañasdel Cid como prototipo de nobleza heroica
1
El Cid sale de Vivar para el destierro
Narrador
De los sus ojos tan fuertemente llorando,
Tornaba la cabeza y estábalos catando.
Vio puertas abiertas y postigos sin candados,
Alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos,
Y sin halcones y sin azores mudados.
5
Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados.
Habló mío Cid, bien y tan mesurado:
Cid
-¡Gracias a ti, señor padre, que estás en alto!
-¡Esto me han vuelto mis enemigos malos!
2
El Cid ve agüeros en la salida
Narrador
Allí piensan aguijar, allí sueltan las riendas.
10
A la salida de Vivar, tuvieron la corneja diestra,
Y, entrandoen Burgos, tuviéronla siniestra.
Meció mío Cid los hombros y movió la cabeza:
Cid
-¡Albricias, Álvar Fáñez, que echados somos de tierra!
3
Entrada desoladora en Burgos
Narrador
Mío Cid Ruy Díaz por Burgos entraba,
15
En su compañía, sesenta pendones llevaba.
Salíanlo a ver mujeres y varones,2
Burgueses yburguesas por las ventanas son,
Llorando de los ojos, ¡tanto sentían el dolor!
De las sus bocas, todos decían una razón:
Burgaleses
¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!
20
4
Nadie da hospedaje al Cid por temor al Rey. Sólo una niña de nueve años pide al Cid que se vaya. El Cid acampa en la glera del río Arlanzón
Narrador
Leconvidarían de grado, mas ninguno no osaba;
El rey don Alfonso tenía tan gran saña;
Antes de la noche, en Burgos de él entró su carta,
Con gran recaudo y fuertemente sellada:
Que a mío Cid Ruy Díaz, que nadie le diese posada,
25
Y aquel que se la diese supiese veraz palabra,
Que perdería los haberes y además losojos de la cara,
Y aún más los cuerpos y las almas.
Gran duelo tenían las gentes cristianas;
Escóndense de mío Cid, que no le osan decir nada,
30
El Campeador adeliñó a su posada.
Así como llegó a la puerta, hallola bien cerrada;
Por miedo del rey Alfonso que así lo concertaran:
Que si no la quebrantase por fuerza, que no se la abriesen por nada.
Los de mío Cid a altas voces llaman;
35
Los de dentro no les querían tornar palabra.
Aguijó mío Cid, a la puerta se llegaba;
Sacó el pie de la estribera, un fuerte golpe le daba;
No se abre la puerta, que estaba bien cerrada.
Una niña de nueve años a ojo se paraba:
40
Niña...
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