Unidad I
Pero si no se le encuentra un sentido a este paso, difícilmente podremos enfrentarlo. La primera actitud correcta parece ser, entonces, entender que la muerte es parte de la vida de cada uno denosotros. No es terrible, por ser natural; ni es evitable, porque no puede delegarse. Así, o se vive la muerte como si viniera de afuera, como un evento del que es mejor no hablar, o se enfrenta esa situación última e irreversible con una actitud comprensiva.
El segundo punto es más difícil de solucionar. Pese a que sabemos que no sólo somos cuerpo y que, por lo tanto, nuestro espíritu podría llevaruna vida trascendente a este mundo, no tenemos certeza de cómo sería esa vida. Y, para muchos, al no tener una religión, tampoco concibe una vida espiritual después de la muerte. ¿Cómo podríamos, entonces, entender la vida? ¿Cómo tener certeza de la eternidad sin tener pruebas concretas?
Gran parte de las respuestas las aporta la fe. Pero junto con ella, también podemos darnos cuenta de que nosomos absolutamente pasajeros. No somos un mero momento destinado al olvido. Somos un ser destinado a existir para siempre. Ni la enfermedad, ni la vejez, ni la muerte nos lo arrebatarán todo, sino que lo esencial perdurará por los siglos de los siglos. La salud, la belleza, la juventud, el éxito social, todo eso pasará. ¿Qué seguirá existiendo? ¿Qué trascenderá? ¿Qué quedará entonces? Las personas,el amor a las personas y las obras de ese amor; nada más. Como seres humanos, de carne y hueso, no somos inmortales, pero aquello que hagamos en esta vida, podrá vivir para siempre.
La estructura finalística de los actos humanos
Hemos revisado dos preguntas sobre el hombre: ¿qué es el hombre? Ante cuya pregunta hemos respondido señalando que el hombre es su vida natural, lo común a toda laespecie, la vida recibida. Por otro lado nos hemos formulado la pregunta ¿quién es el hombre? Y en este caso hemos respondido señalando que el hombre es la Persona Humana, lo diferente, la vida añadida, lo que le hace ser único e irrepetible. Ahora en este apartado nos haremos la tercera consulta ¿el para qué del hombre? O ¿cuál es su fin?
Si nos detenemos a examinar nuestras actividades diarias,podremos percatarnos de que todas son realizadas con una intención. Consciente o inconscientemente, siempre hacemos las cosas para algo. Incluso cuando no vemos motivos aparentes para actuar, los buscamos. De lo contrario, nuestro esfuerzo nos parecerá absolutamente inútil.
En este sentido, hablamos de la estructura finalística (teleológica) de los actos humanos: todas nuestras actividades seorientan a fines u objetivos (telos). Así, las actividades que realicemos son medios para alcanzar esos fines, los que a su vez pueden transformarse en medios para conseguir otro fin superior.
Ese fin es, a su vez, un bien, ya que naturalmente tendemos a buscar aquello que nos conviene. Ningún ser humano busca perjudicarse. Incluso aquellos que parecen tener esta intención, realmente buscan lo queprefieren. El problema está, entonces, en saber distinguir aquello que deseamos de lo que realmente nos conviene.
Ejemplo:
Si estás leyendo este capítulo, seguramente tienes como fin estudiar. Pero el estudio puede ser un medio para conseguir un fin mayor: aprender u obtener una buena nota. Y esto, a su vez, puede deberse a que tienes un fin aun mayor: aprobar la asignatura, crecer como...
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