universidad

 

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El estado actual de la teoría del delito en México
Alberto Enrique Nava Garcés 

Dogmática penal
Recientemente,

el

doctor

Javier

Dondé

Matute

expresó

algunas

observaciones sobre la teoría del delito. En un pequeño pero polémico artículo
publicado en la Revista Defensa Penal 1 titulado: “Crítica a la teoría del delito:
bases para su destrucción”, elreferido doctor establece sus consideraciones con
las cuales disentimos 2 . Sin embargo, su artículo nos ha servido a algunos
autores para establecer cuál es el estado de la teoría del delito, cuáles son sus
fundamentos, su estructura y, sea el caso, sus yerros.

                                                            


Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México,Profesor en el posgrado de la
Facultad de Derecho de la UNAM; Abogado especialista en Derecho Penal y Amparo; Ex Director de
Investigación del Instituto Nacional de Ciencias Penales; Profesor Investigador del INACIPE, entre sus
obras destacan Delitos Informáticos y El error en el Derecho Penal, ambos de la editorial Porrúa. Es
colaborador del despacho Franco & Franco Abogados.
1
Ejemplar de Mayode 2010. Véase también la página electrónica del Instituto Nacional de Ciencias
Penales: http://www.inacipe.gob.mx/htm/investigacion/javierDonde/criticaTeoria.html (consultado el
27/07/2010 14:59:51)
2
  Luis de la Barreda escribe: “Se ha puesto de moda denostar a la dogmática penal, aun por parte de los
propios iuspenalistas. Es un despropósito. Sólo a través de la dogmática se puede hacervaler la seguridad
jurídica y, específicamente, el principio de legalidad penal, de acuerdo con el cual sólo las conductas
previstas en la ley son susceptibles de ser castigadas penalmente.
Para interpretar el texto legislativo, la dogmatica es imprescindible. Recordemos que el principio de
legalidad es uno de los principios fundamentales del derecho penal ilustrado, el que sucedehistóricamente,
en el Siglo de las Luces, al derecho inquisitivo. Por eso Von Liszt escribió que la ley penal era la carta
magna de los acusados: el ius puniendi no puede ir más allá de lo que está tipificado en la legislación.
No olvidemos que antaño no existían leyes fijas y determinadas para castigar los delitos y a menudo se
castigaba sin que existiera si quiera ley. La trasgresión al principio delegalidad – principio cuya vigencia
efectiva hace posible la dogmática- supone, por decirlo con palabras de Beccaria, ‘un dique roto al torrente
de las opiniones’ o que la resolución judicial quede a expensas ‘de la buena o mala ilógica de un juez, de su
buena o mala digestión… de la violencia de sus pasiones, de la flaqueza del que sufre, de las relaciones que
tuviere con el ofendido, y de todasaquellas fuerzas que cambian las apariencias de los objetos en el ánimo
fluctuante del hombre’.
La aplicación del principio de legalidad requiere de la dogmática penal pues solo esta puede revelar, ante las
dudas de interpretación, el sentido y el alcance de los textos legales.
Argumentó el profundo ius penalista español Enrique Gimbernat en un ensayo memorable: ‘En un autentico
Estado socialy de Derecho la dogmática es, como hemos visto, un instrumento imprescindible para
mantener el derecho penal bajo control, para que la pena no llegue mas lejos de donde el legislados sea
propuesto que llegue, para crear leyes penales presididas por la calculabilidad y la seguridad jurídica. La
idea penal más progresivo y avanzado, primero sólo eso: una idea. Para realizarla es necesarioformularla
legalmente; esta formulación – y su interpretación – serán tanto más perfecta cuanto más desarrollado y
seguro sea el aparato dogmático de que se dispone’. (La justicia penal en el banquillo, Diccionario
razonado de Justicia Penal, Porrúa, México, 2010, voz: Dogmática penal, pp. 22- 23.)

 

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Hace algunos años el maestro Enrique Gimbernat Ordeig se hizo la
pregunta ¿tiene un...