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Uno de los grandes logros de la lingüística histórica en el siglo XIX fue la demostración de la regularidad del cambio fonético, y el establecimiento de ese cambio como objeto de estudio científico. Hay una gran cantidad de datos que permiten afirmar que los sonidos cambian regularmente, pero hay numerosos factores en acción que intervienen simultáneamente y pueden actuar sobre un sonido en unapalabra concreta o en un grupo de palabras. Cuando se examinan las mismas palabras o morfemas en dos estadios distintos en la evolución de una lengua, sucede que, en un gran número de casos, si no todos los ejemplos del sonido A, y todos los ejemplos característicos de esa lengua, se han convertido o han sido sustituidos por el sonido B.
Con lo cual, según las claves básicas de la regularidaddel sistema fonético los sonidos cambian regularmente cuando se encuentran en las mismas condiciones fonéticas; en el mismo período de tiempo; o en la misma área.
Los lingüistas del siglo XIX concluyeron que no hay excepciones al cambio fonético. Es necesario buscar y explicar todos los factores que pudieran interferir en él. Y una vez delimitados cuidadosamente todos los elementos que pudieraninterferir en el desarrollo del sonido, así como en las condiciones fonéticas en que aparecía, resultaría que los sonidos cambian sin excepción.
Los sonidos se atienden a un modelo fijo en el habla, y, si los hablantes desplazan un sonido en una determinada dirección, no es sorprendente el que traten todos los sonidos expuestos a las mismas fuerzas de la misma manera.

Antes de pasar a analizarla evolución de los sonidos consonánticos, es necesario realizar una introducción de algunos factores históricos.
Los romanos cultos hablaban y escribían según las reglas del latín clásico (sermo urbanus), mientras que el pueblo inculto, militares de baja graduación, comerciantes y trabajadores, hablaban un tipo de lengua más ordinaria y menos complicada que conocemos como latín vulgar (sermovulgaris).
A la caída de Roma, finales del siglo IV d.C., la clase dirigente culta desapareció, y con ella la lengua de la cultura hablada y escrita, el latín clásico. Sin embargo, el latín vulgar no. Por lo tanto será el latín vulgar, y no el clásico, el que día a día y siglo tras siglo, evolucionó hasta originar las modernas lenguas románicas.
El latín vulgar se diferencia del clásico en todos susniveles lingüísticos. Sus vocales eran muy diferentes de las clásicas, también las consonantes presentaban ciertas diferencias.
Cuando entre los siglos XII y XIII surgen los primeros textos en romance castellano, sus autores han de construir un sistema de transcripción diferente al que venía siendo usado habitualmente: la escritura latina. Dado el carácter de escritura fonética que tienen losalfabetos europeos, los problemas principales se plantearon a la hora de representar el sistema fónico, tan diferente ya del latino. En las vacilaciones de la época primitiva, cuando todavía las formas romances se revisten de latinismo o cuando se mezclan con secuencias de aspecto completamente latino, y en el sistema gráfico que se fue configurando a lo largo del siglo XIII, podemos hallar lasmejores muestras de la fonía que estaba detrás de esos escritos; la comparación con el latín, y con el latín vulgar, y con las lenguas hermanas nos completará la posibilidad de reconstruir el sistema fonológico del castellano en su aparición histórica, a la vez que nos permitirá averiguar algunos detalles de su realización fonética. A partir de ahí nos será ya relativamente más fácil seguir susvicisitudes durante la Edad Media.
Respecto a las consonantes, los primeros textos castellanos nos muestran un conjunto variado y complejo de ella; por otro lado, sobre todo en los más primitivos, las grafías utilizadas pueden intercambiarse entre fonemas relativamente próximos o variar de forma arbitraria para un mismo fonema, con lo que en ocasiones más bien enmascaran que revelan la realidad...