universo
Diálogo sobre un diálogo
El Aleph
El evangelio según Marcos
El informe de Brodie
El milagro secreto
El muerto
El sur
La biblioteca total
La casa de Asterión
La intrusa
La trama
Las ruinas circulares
Los dos reyes y los dos laberintos
Odín
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius
Tres versiones de Judas
Teoría literaria
El sur:
El hombre que desembarcó en Buenos Aires en1871 se llamaba Johannes Dahlmann y era pastor de la Iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario de una biblioteca municipal en la calle Córdoba y se sentía hondamente argentino. Su abuelo materno había sido aquel Francisco Flores, del 2 de infantería de línea, que murió en la frontera de Buenos Aires, lanceado por indios de Catriel: en la discordia de sus doslinajes, Juan Dahlmann (tal vez a impulso de la sangre germánica) eligió el de ese antepasado romántico, o de muerte romántica. Un estuche con el daguerrotipo de un hombre inexpresivo y barbado, una vieja espada, la dicha y el coraje de ciertas músicas, el hábito de estrofas del Martín Fierro, los años, el desgano y la soledad, fomentaron ese criollismo algo voluntario, pero nunca ostentoso. A costade algunas privaciones, Dahlmann había logrado salvar el casco de una estancia en el Sur, que fue de los Flores: una de las costumbres de su memoria era la imagen de los eucaliptos balsámicos y de la larga casa rosada que alguna vez fue carmesí. Las tareas y acaso la indolencia lo retenían en la ciudad. Verano tras verano se contentaba con la idea abstracta de posesión y con la certidumbre de quesu casa estaba esperándolo, en un sitio preciso de la llanura. En los últimos días de febrero de 1939, algo le aconteció.
Adolfo Bioy Caseres
En memoria de Paulina
La francesa
La salvación
La trama celeste
Margarita o el poder de la farmacopea
Post operatorio
Retrato del héroe
Tigres
La salvación
Esta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba conel tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendióla causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
FIN
Julio Cortazar
Axolotl Carta a una señorita en París
Casa tomada
Circe
Conducta en los velorios
Continuidad de los parques
Después del almuerzo
Historia verídica
Instrucciones para llorar
Instrucciones para subir una escalera
La autopista del sur
La isla a mediodía
La noche boca arriba
La señorita Cora
Las ménades
Lejana
Los testigos
Página asesina
Rayuela - Capítulo 68
Teoría literariaHistoria verídica
A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina auna casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.
FIN...
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