Urbanismo decimonónico.

Urbanismo decimonónico.

Mientras en el campo de las artes plásticas, y en especial en el de la pintura, se sucedían con mayor rapidez nuevos esfuerzos y nuevos logros que conducíanindefectiblemente a la modernidad, la ciudad, marco urbano en donde se inscribían esos cambios, sufría un progresivo proceso de transformación. Grandes programas urbanísticos afloraban en toda Europa.

Elimpacto de la Revolución industrial sobre la estructura de la ciudad, las necesidades de la nueva clase obrera, las fuertes oleadas de inmigrantes que procedentes del campos e integraban en aquella, elcrecimiento y ascensión de la burguesía, las murallas todavía en pie en algunas zonas, todo ello contribuía a crear esa sensación real, por otra parte, de ahogo y hacinamiento que clamaba por elcambio. Por fin, en 1859, el Ayuntamiento aprobó el plan propuesto por Antoni Rovira i Trias, pero ese mismo año el plan Cerdá fue aprobado por un Real Decreto y en seguida se puso en marcha. Mientrastanto, en París recogía el plan de Georges Eugene Asuman (1853 a 1869) y en Viena el de C. F. Ludwig Förster (1858), por citar los de mayor renombre.

Ildefons Cerdá era un ingeniero interesado desdesiempre por el urbanismo e influido por las doctrinas del socialismo utópico, en especialpor Cabet. Todas sus ideas se hallan compiladas en su Teoría General de la Urbanización (1876), que puedeconsiderarse como uno de los primeros planteamientos sociológicos del Urbanismo. En dicha obra analiza entre otras cosas los problemas demográficos, la moralidad de la población en función de lascondiciones higiénicas de la vivienda y del oficio, la economía de las familias, todo ello a partir de la Barcelona Decimonónica.

El plan Cerdá es un plan ortogonal con calles de 20 m de anchura sobreuna retícula de 133,33 m x 133,33 m, que otorgaba mucha importancia a los equipamientos sociales y culturales y a las zona ajardinadas. Las manzanas tan sólo debían edificarse en dos lados o en un...