Uso de la flexion X para referirse al género.

Gabi Díaz Villa – DNI 25.863.114 - (IICE-FFyL-UBA) - eroseslesbiana@yahoo.com.ar
 
“Le está colando los dedos”. Una etnografía lesbiana de la ESI.
 
Introducción
La frase del titulo fue extraída de una observación de clase de la materia Lengua y Literatura en un 4to año de una escuela Turno Tarde del barrio de Villa Urquiza; están trabajando sobre la novela El guardián del centeno, de J.D.Salinger:
“La profesora V. lee el poema en el cual dice haberse inspirado el autor de la novela, “es un campo de centeno donde una chica tiene relaciones sexuales, pero metaforizado”, explica. En una frase detiene la lectura y pregunta: “qué quiere decir que ‘se le levanta la falda’?”, y entonces, Analía dice dos veces, en voz bien fuerte y con la mano bien alta: “Le está colando los dedos”. La palmahacia arriba, los dedos mayor y anular flexionados, los mueve, apenas, adelante y atrás. Creo que me quedo mirándola, incrédula, (¿“le está colando los dedos” significa, en el año 2010, “le está metiendo los dedos en la vagina”?). Un instante me siento vieja y conservadora. Al otro instante me sonrío, pero disimulo, quizá me sonrojo. Y Analía, que me esta mirando, que se ríe grande y pícara, que lodice una vez más, ¿cómplice?, baja la mano y se calla”[1].
En este trabajo me propongo explorar los modos en que la cosmovisión de lx investigadorx[2] determina los procesos metodológicos de construcción del dato: de un lado, una pregunta interesante, ¿qué implicancias tiene para la metodología de la investigación que lx investigadorx se sorprenda, divierta, encante, admire, o, por el contrario,disguste, exaspere, irrite, fastidie, enoje, en el campo?; y del otro, el interrogante verdaderamente importante,¿qué implicancias tiene para los resultados de esta investigación que la docente agregue, en otra clase, frente a otra intervención de Analía –por el estilo-, con una sonrisa, “ella le pone color a la clase”?
En otro orden de t(r)an(s)dems, los enfoques institucionales, por un lado, yla epistemología feminista (Haraway; 1991) y queer (Preciado; 2002), por el otro, nutren el encuadre de esta investigación y permiten fundamentar la pertinencia –epistemológica, metodológica, teórica y política- de un dispositivo analizador artificial de visibilidad lesbiana, como encuadre del trabajo de campo que desarrollo en dos escuelas medias de Ciudad de Buenos Aires, el cual es, en parte,una re(iterada)actualización de mi propia biografía sexoescolar constantemente puesta en cuestión.
Este andamiaje conceptual aporta herramientas de inteligibilidad de los efectos y funciones de lo institucional en el sujeto, en los grupos y en la construcción social, destacando el carácter contingente y situado de los fenómenos y de los saberes que producimos acerca de esos fenómenos. Así,historizar las situaciones y dinámicas que se desplieguen en los procesos pedagógicos y abre a comprender el interjuego de instituciones (universales, particulares y singulares) que se dan cita, y a la posibilidad de advertir, a través de ellas, el registro de lo cultural, lo simbólico y lo imaginario al identificar analizadores[3] que permitan reconocer y comprender los modos en que lo institucional seexpresa y cobra vida en los sujetos, los grupos, las organizaciones y los contextos de acción específicos, poniéndose también en análisis unx (parte de sí) mismx: “en tanto intérpretes situados en ese volver a mirar la escuela, esperamos permitirnos mirar qué se mira, cómo se mira, para qué, desde qué lugar, sabiendo de antemano que se trata también de la implicación que nos envuelve y de lanecesidad de hacernos cargo de nosotros mismos” (Nicastro; 2006: 20).
Considerando que el encuentro con la propia experiencia y la experiencia humana más global que pueden aportar lxs adultxs enseñantxs se convierte en esa “oportunidad” subjetivante[4] que no puede perderse en la actualidad (Frigerio, 2008; Morgade, 2011), ¿cuáles son las condiciones de emergencia de “momentos con sentido” -de la ESI-...