Valentín

“VALENTÍN, SI ESTUVIERAS HOY AQUÍ, PROBABLEMENTE TE ENTREGARÍA ESTAS PALABRAS”

Quizás todo se resuma en una palabra: “¡Corte!...” cuando se está filmando una película y una escena no resultajusto como el director desea, sencillamente se levanta de su silla y exclama a vox pópuli –incluso con un megáfono- un grito que deja claro a todo el elenco que lo que hicieron, no salió exactamente comose esperaba sucediese.
Pues bien, la vida se ha comparado con muchas cosas, sí, pero hay algunas que no se compaginan con la realidad. Si tan sólo nuestra efímera existencia fuese como un film deHollywood, al menos tendríamos tiempo para volver a repetir vez tras vez nuestras “escenas” –vivencias y acciones, preocupaciones y vicisitudes, problemas y sufrimientos, ¡inclusive alegrías y buenosmomentos!- y enmendarlas o perfeccionarlas y en consecuencia corregir lo que eventualmente no ha salido “bien”.
Realmente tiene sentido, porque hace exactamente un año, sucedió algo que ninguno denosotros esperaba. En efecto, en su momento, hicimos lo que pudimos, y teníamos esperanza real en que al final todo terminaría como en los reconocidos cuentos de Walt Disney: con un “y vivieron felicespara siempre…”. ¡Por Dios! Qué frase para ser más falsa, incluso más que una escalera de anime. Los finales felices solo pasan en las películas, pues en nuestro mundo, quien decide cuándo hacer un“corte”, no somos nosotros, y cuando efectivamente eso pasa, cuando la vida nos dice “¡Corte!...”, no es precisamente para que nos retoquemos y perfeccionemos la “escena”; generalmente, por no decir quesiempre, es para ‘cortarnos la nota’ y dejarnos con un vacío y un sufrimiento estúpido e injusto.
Hace un año todos esperábamos un desenlace. Hace un año todos, pendientes de lo que pasaba en SanJuan de los Morros, pasábamos en un instante, de la zozobra a la esperanza, y de la esperanza a la incertidumbre… y mientras para dos ‘personitas’ de este mundo se “filmaba un ‘episodio’ de la...