valor de la familia
Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto
y, silenciosamente, de algún puerto
irse alejando mientras muere el día;
emprender una largatravesía
y perderse después en un desierto
y misterioso mar, no descubierto
por ningún navegante todavía.
Aunque uno sepa que hasta los remotos
confines de los piélagos ignotos
lo seguirá el cortejode sus penas,
y que, al desvanecerse el espejismo,
desde las glaucas ondas del abismo
lo tentarán las últimas sirenas.
Tu cabellera
Tu cabellera tiene más años que mi pena,Pero sus ondas negras aun no han hecho espuma...!
Y tu mirada es buena para quitar la bruma
Y tu palabra es música que al corazón serena.
Tu mano fina y larga de Belkis, me enajena
Como un libro deversos de una elegancia suma.
La magia de tu nombre como una flor perfuma
Y tu brazo es un brazo de lira o de sirena.
Tienes una apacible blancura de camelia.
Ese color tan tuyo que me recuerdaa Ofelia,
La princesa romántica en el poema inglés,
Y a tu corazón de oro... de la melancolía
La mano del bohemio permite, amiga mía,
Que arroje algunas flores humildes a tus piesVisión lejana
¿Qué habrá sido de aquella morenita,
trigo tostado al sol -que una mañana-
me sorprendió mirando a su ventana?
Tal vez murió, pero en mí resucita.
Tiene en mi alma un recuerdo dehermana
muerta. Su luz es de paz infinita.
Yo la llamo tenaz en mi maldita
cárcel de eterna desventura arcana.
Y es su reflejo indeciso en mi vida
una lustral ablución de jazmines
que abreuna dulce y suavísima herida.
¡Cómo volverla a ver! ¿En qué jardines
emergerá su pálida figura?
¡Oh, amor eterno el que un instante dura!
Se va con algo mío
Se va con algo mío latarde que se aleja…
mi dolor de vivir es un dolor de amar,
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.
Que son cosas de niño me dices… ¡Quién me diera,...
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