Valorismo Judicial Moisset De Espanes

NTERPRETACIÓN DEL DERECHO E INTERPRETACIÓN DE HECHOS
Reflexiones a raíz del "valorismo judicial"
Por Luis Moisset de Espanés
Comercio y Justicia, Semanario Jurídico Nº 12, 26/9/77.
I.- Introducción.
El pasado lunes 12 de septiembre, en el Nº 10 del Semanario Jurídico, se ha publicado un meditado estudio de Enrique C. Banchio, en el cual mi distinguido colega de cátedra, y dilecto amigo,expresa su opinión adversa a lo que él denomina "valorismo judicial" ("Ilegitimidad del reajuste judicial en las obligaciones dinerarias", ver en especial el punto
VIII: "Aspecto institucional del valorismo judicial").
Ese mismo día, en horas de la tarde, nos encontrábamos en la sala de profesores de la Facultad de Derecho formando un pequeño grupo que integraban algunos magistrados, y al que seagregó el Dr. Banchio, que salía de dictar su clase de Obligaciones. No faltó entonces, en labios de un romanista -viejo lector de la "Jurisprudencia en broma y en serio" de von Ihering- una jovial e irónica pregunta sobre las "divergencias de criterio" que separaban a los integrantes de la cátedra de Obligaciones.
La verdad es que las divergencias, aunque existan, no pueden empañar una amistad, nitan siquiera provocar escozor en los hombres que comparten una común inquietud: la búsqueda de la justicia y, bromas aparte, tanto Banchio como el autor de estas líneas procuramos mostrar a nuestros interlocutores que, sin perjuicio de la circunstancial discrepancia en cuanto al enfoque del problema en cuestión, había una coincidencia capital con relación a los principios básicos que rigen lainterpretación de la ley, que nos preocupen
seriamente a ambos.
II.- Interpretación del derecho.
La interpretación de la ley no es tarea exclusiva de los jueces; no están ajenos a ella ni el abogado práctico, ni el jurista teórico, ni los integrantes todos de la sociedad, que son los destinatarios de las normas.
El legislador ha plasmado en la norma reglas destinadas a regir determinados"supuestos de hecho" que se dan en la realidad social, y para ello ha recurrido al lenguaje como medio de comunicarse con los destinatarios de esos preceptos, es decir la colectividad que deberá someterse a sus mandatos, o los funcionarios o magistrados que deberán aplicarlos.
El lenguaje es un sistema de símbolos que sirve para transmitir las ideas; se recurre, pues, a una especie de "código" deseñales, y el que desea conocer el mensaje debe "traducir" sentido, con lo que ya está efectuando una tarea primaria de "interpretación" (ver Diez Picazo, Luis: "Experiencias jurídicas y teoría del derecho", Ariel, Madrid, 1973, Cap. XII, p. 225 y ss.). Ningún precepto puede ser comprendido sin esta tarea previa de atribución de sentido por lo que, con razón, se afirma que hasta las normas más "claras"deben ser interpretadas, pues recién cuando se haya captado el significado de los símbolos empleados por el legislador podrá tomarse conciencia de la claridad u oscuridad del mensaje.
Pero la función del intérprete en materia jurídica no se agota con la averiguación del sentido que tiene la norma, sino que debe también ahondar en los hechos del caso concreto, para establecer si concuerdan con el"supuesto de hecho" contemplado por la norma, única manera de determinar si es o no aplicable al caso. A tal fin, como dice BETTI ("Interpretación de la ley y de los actos jurídicos", traducción de J. L. de Los Mozos, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1975, p. 83), hay que efectuar una labor de "diagnosis o calificación jurídica", para ver si el supuesto de hecho que se está considerandoencaja en el tipo abstracto
previsto por la ley. Se trata de una operación compleja, en la que no pueden separarse los hechos del derecho (conf. DIEZ PICAZO, ob. cit., p. 234).
III.- El juez y la interpretación.
Muy lejos estamos, tanto el doctor Banchio como el autor de estas líneas, de
preconizar la escuela del "derecho libre". Y así vemos que BANCHIO, en el ya citado trabajo, afirma que el...