Vamos a cazar un oso
Por el camino, se encuentran con todo tipo de obstáculos, descubriendo en cada ocasión que por encima no pueden pasar, que por debajo tampoco pueden pasar y que no les queda másremedio que atraversarlo. La suerte que tienen es que todas las cosas que tienen que atravesar hacen unos ruidos absolutamente estupendos. Estos obstáculos incluyen un campo de largospastos verdes (suish, suash), un río profundo y frío (glo glo glorogló), un terreno de barro espeso y pegajoso (plochi plochi plochi plop), un bosque verde y oscuro (túpiti túpititúpiti tip), una tormenta de viento y nieve (¡Suuu! ¡Uuuu! ¡Fuuu! ¡Uuuu! ¡Juuu! ¡Uuuu!) y por último una cueva estrecha y tenebrosa (tiqui tiqui tiqui tac).
Lo que les espera en la cuevaes lo último que se esperaban: ¡un oso de verdad! Se dan todos la vuelta y salen corriendo, rehaciendo el camino de vuelta por todos los obstáculos en orden inverso, con todos esosmagníficos sonidos otra vez, pero mucho más rápido y con el oso pisándoles los talones, de vuelta a su casa y directos a la cama, a esconderse bajo de la colcha.
Las ilustraciones
Lasilustraciones a lápiz y acuarela de Helen Oxenbury, alternando escenas en color y en blanco y negro, vivifican a esta familia de papel, con una representación perfecta de esa típicacombinación de emoción y cansancio satisfecho que suelen mostrar los niños en el transcurso de las aventuras al aire libre.
¡Vamos a cazar un oso! tiene escenas de movimiento estupendas:
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