Vampiricas Vacaciones
Vampiricas vacaciones
Y otros cuentos de risa
Fabián Sevilla
Vampiricas vacaciones
No era un buen año para Drácula. Tenía todo tipo de problemas: se le habían quebrado los colmillos debido a que, por equivocación o falta de atención, le mordió el cuello a un maniquí. Su ataúd era víctima de las termitas y cuando terminaba de aspirar el aserrín que le dejaban aquellos bichosangurrientos, ya era la hora del crepúsculo. El municipio había iniciado una campaña de erradicación de murciélagos. Y como si algo faltara, encima le habían cerrado la cuenta del banco de sangre.
Estaba estresado de mal humor, al borde del colapso emocional.
Decidió tomarse vacaciones.
No le haría mal cambiar un poco el pesado y asqueroso aire de su castillo por el de algún sitio con bellos paisajes,escaso ruido, nada de smog y, muy importante, con un montón de cuellos para succionar a ver si le volvía el hambre (el estrés lo tenía inapetente).
Espero a que se pusiera un poco el sol y se fue a una agencia de viajes.
El empleado lo vio entrar vestido de traje, cruzado por pesadas cadenas de oro, usando esa lujosísima capa negra y pensó: Este es un viajero de primera
-Buenas noches. Quisiera queme ofreciera algún paquete turístico pensado como para el reposo eterno- le solicito Drácula.
El empleado le pidió que se sentara.
-¿Qué tiene en mente?- le pregunto mientras sobre el escritorio desplegaba decenas de folletitos, folletos, folletones.
-Sorpréndame- le respondió el vampiro que acababa de romper su chanchito y estaba dispuesto a pagar lo que fuera por sus vacaciones.
Es de losderrochones pensó el otro. Y ahí nomas comenzó a ofrecerle posibles destinos para alguien que, por el atuendo y la actitud nomas, se veía que tenía mucho, mucho dinero
-Le recomiendo conocer algún sitio de nuestro país. Por ejemplo, la Patagonia.
-Me gusta- comento ilusionado el hematófago viajero.
Una linda provincia es Santa Cruz.
Ahí, el cliente se puso de pie y emitió un larguísimo:”¡aajjjjjjjjjjjj!”. Y al ver como lo miraba el empleado, aclaro:
-Nada que este santificado ni que tenga una cruz a mil kilómetros a la redonda-exigió espantado.
-Entonces, le sugiero una cabañita en las costas de los lagos del Sur. Son tan cristalinos que parecen espejos. Podría pasarse horas mirándose en ellos.
Drácula creyó que le estaba tomando el pelo ¿Acaso ese desinformado empleado de agencia no sabíaque un vampiro no tiene reflejo?
-Mejor ofrézcame algo más divertido- le rebatió.
-¡Cómo no! Podría visitar el interior de Córdoba. Ahí hay un pueblito, muy famoso porque crían caballos pura sangre…
Al vampiro se le iluminaron sus rojizos ojitos.
-…está muy cerca de la estancia “Las Estacas”, que…
Drácula oyó aquel nombre, sintió escalofríos y se puso una mano en el corazón.
-¡Ni muerto! Bueno, nivivo iria a un lugar con un nombre tan peligroso para alguien como yo.
El empleado cambio de geografía.
-Si no le gusta el ambiente rural, entonces puedo ofrecerle la playa. Mar del Plata es un destino magnifico, radiante, ideal para sacarle las ojeras y ese tono amarillento de la cara- y le mostro un folleto que en el frente tenía un solcito primorosamente dibujado.
Fue solo cuestión de ver aqueldibujo y Drácula se envolvió ampulosamente el rostro con su capa al grito de:
-¡Aléjelo! ¡Aléjelo de mí! O voy a derretirme como una vela aquí mismo.
Sorprendido y con miedo de espantar al cliente, extraño por cierto, el hombre hizo un bollo con el folleto y le mostro otro.
-Si no le gusta ese lugar, puedo recomendarle Mar de Ajó.
Entonces, Drácula sintió nauseas. ¿Acaso aquel desconsideradooperador turístico no sabía que el ajó para un vampiro era como el perejil para un loro?
-No vuelva a repetir esa palabra o ya mismo me paro y me voy volando- le advirtió todavía mareado.
De inmediato, el otro busco entre los folletitos, folletos, folletones y creyó hallar el destino que conformaría a un cliente con tan pocas pulgar como ese.
-Como lo noto algo, ¿Cómo decirlo?, alterado, creo que...
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