Vampiros
La noche me parecía tranquila, no muy diferente a las demás, pero sin embargo, la veía diferente.
Mientras paseaba por los jardines del internado Ángelus y contemplaba la magnifica fortaleza, pensaba en lo raro que me iba a ser acostumbrarme a un lugar como este. Era mi primer día en esta academia y a pesar de lo mucho que había escuchado hablar de ella, me daba cuenta de que eraun tanto, diferente…
Había llegado por la mañana, por lo que ya había podido acomodarme en mi dormitorio y recorrer un poro el lugar. Pero no pude resistirme a la tentativa de recorrer los jardines durante la noche, ya que encontraba que no había nada en comparación como la noche, donde todo cobraba una tranquilidad única, donde podía ser yo, donde podía ser libre…
Mientras observaba losenormes bosques que rodeaban la academia, pude percibir algo raro. Una extraña luz provenía del interior del bosque, era un tanto débil, y al cabo de unos segundos se había esfumado como por arte de magia. No podía quedarme con la duda de que había sido aquello y estaba segura de que lo había visto. Era mi primera noche aquí y ya encontraba algo raro. Sonreí. Y ya que la idea había sido recorrerel lugar, me pareció una buena opción averiguarlo. Así que emprendí la marcha.
Llevaba un pantalón bien ajustado, con unas botas de caña larga que casi me llegaban a la rodilla, permitiéndome así que el pantalón fuera por dentro de estas. Llevaba puesto también un abrigo, el cual contaba con un gran gorro de capucha, y era uno de mis preferidos. Me pareció que aquella era la ropa adecuadapara escabullirme entre los jardines aquel día, ya que el color negro de esta aria que me mezclara mejor con la oscuridad de la noche, teniendo así menos posibilidades de ser descubierta. Puesto que siendo aun mi primer día en la academia ángelus, ya estaba quebrantando varias reglas, pero eso no me importaba tanto.
Me empecé a adentrar en el bosque, una brisa fría soplaba entre el bosqueaquella noche. Llevaba los ojos abiertos de par en par atisbando cualquier movimiento que se produjese a mí alrededor. Unos cuantos mechones de mi cabello se escapaban por entre mi gorra rozándome con un poco de suavidad la cara. Caminaba lento y mi respiración seguía el andar de mis pasos.
Pude darme cuenta de lo enorme que era aquel bosque, pero trate de seguir caminando en dirección al lugardonde había visto la extraña luz.
No podía creer lo que estaba viendo, era el paisaje más bello que jamás había visto en toda mi vida, como una puesta en escena perfecta…
Había llegado a la ribera de un algo, el cual se ubicaba justo en el centro de aquel bosque, quedando rodeado completamente por enorme árboles, los cueles le brindaban un toque único. Era inmenso y, sus aguas tan claras yquietas hacían que la luna se reflejara tan perfectamente, que incluso podía confundirme en cual de las dos era la real. Me senté muy cerca del agua, observando todo aquello que me parecía tan hermoso, pero algo me saco de golpe de aquella tranquilidad.
A tan solo unos metros de mí podía distinguir la figura de un ser humano. Se encontraba apoyado en un árbol y casi podía afirmar que me estabamirando. Mi respiración se comenzó a apresurarse y junto con ello el palpitar de mi corazón. Pero me arme de un poco de valor y me puse de pie en dirección a esa persona, caminando a paso vacilante, pero, después de todo aquella persona podía ser la explicación a la extraña luz que había visto hace un rato.
-hola-. Dije con voz algo tímida, trate de parecer segura, pero aun no podía distinguirclaramente la cara de aquella tan misteriosa persona que aun se encontraba sumida en la oscuridad del bosque, de repente se separo del árbol y se acerco hacia mi. Respire cortado.
-hola-. Me dijo, con voz dulce pero segura. Era un chico, y a mi parecer era extremadamente guapo. Su blanca piel resaltaba con una hermosura única al recibir la suave luz de la luna y su extremadamente negro...
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