variado
Así le gritaba la chiquillería,
muchos se burlaban,
y otros más humanos la compadecían.
Ella sonreía y su desvarío,
sudolor, su pena;
se vuelven canción,
se vuelven poemas, poemas de amor.
¡ja ja ja ja!...
¡Los árboles son blancos!
¡Los elefantes verdes…!
¡Mira como corren…!
¡Como huyen las nubes…!
Seespantan ingenuas de todas las cosas
que hacemos nosotros;
corren y corren a meterle chismes
al anciano Dios.
¡Shhh…! ¡Shhh…! Shhh…! ¡oh!
¡No llores mi niño, no llores por Dios!...
¡ja… ja… ja…ja… ja…
A la rorro niño, a la rorrorro, ya
Duérmete chiquillo, duérmete mi amor.
¡Ven… Ven… ! Corre;
Recoge arenitas, arenitas de oro…
¡Mira, corta margaritas…
¡No! No la cortes, te pueden...
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