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PRIMER ACTO
En casa de Moncada, la Marque con sus dos hijos, Jaime y Daniel.

Marquesa: ¡Oh que belleza¡… (mira a Gabriela) Gabriela, hija, ángel de esta casa.

Gabriela: (saluda a todos) Ay qué vergüenza!, estoy hecha una facha (se retira el delantal). Pero vengan tomen asiento. ¿A qué debo tan grata visita?

Marquesa: E venido a visitar a tu padre, a tu tíaEulalia y a alquilar una de las casas de campo de tu padre.

Gabriela: De modo que seremos vecinas. ¡Cuánta felicidad! (sonríe de emoción)

Marquesa: (meditabunda) Felicidad a medias.

Jaime: (angustiado) Madre, ¿Cuál es el mal que te acontece y no te deja tranquila?

Marquesa: La mitad de mi dicha eres tu Gabriela que serás esposa de este médico. Y la otra mitad… (Regresa a ver a Daniel)Aaay… El pobrecito Daniel ha quedado devastado, desde que el ángel de sus ojos… (Interrumpe Gabriela)

Gabriela: (completa la frase) Desde que mi hermana Victoria decidió… Servir a Dios…

Sirvienta: Disculpe que les interrumpa, ¿Desean algo?

Gabriela: Trae unas tazas de chocolate.

Marquesa: (ve por el jardín) Ya es demasiado tarde, tengo que marcharme (ve a Jaime). ¿Tú te quedas?

Jaime:Naturalmente. (espera a que su madre se retire)(Dirigiéndose a Gabriela) Al fin se ha marchado. ¡Ansiaba verte!. Dime cuando nos casemos, ¿Nos iremos a vivir lejos?

Gabriela: (exaltada) No!, debo quedarme aquí, cuidando a mis sobrinos.

Jaime: (intrigado) Pero, ¿Tu tía Eulalia no está para eso?

Gabriela: (burlándose) Jaaa… Mi tía… Ella solo está para sus rezos.

Jaime: (buscando en elcuarto) A propósito, ¿Y tu padre?

Gabriela: (tristemente responde) Está muy mal, varias penas lo acontecen, y Huguet que no ayuda mucho, todas las tardes viene y lo atormenta con sus malas noticias.

Jaime: Ah! Sí, lo vi venir junto con… (indiferente) Cruz!

Gabriela: Ese hombre mmm… No me inspira confianza. El otro día me sorprendió en el jardín, inclinándose ante mí torpemente, aparentando unsaludo.
Jaime: (sorprendido y celoso) Prométeme que no cambiaras mi personalidad por aquel animal cargado de dinero.

Gabriela: (molesta) A caso estás loco!

Moncada ansiosos y pensativo, Jaime lo saluda

Jaime: Señor, Don Juan.

Moncada: (indiferentemente) Ah! Jaime. ¿Qué tal tu mamá?

Jaime: Vino conmigo y Daniel a alquilar una de sus casa de campo.

Moncada: Ah, que bien.Gabriela y Jaime se retiran, Moncada se queda sentado y Huguet entra

Moncada: (hacia Huguet) Haber, ¿Y qué desgracia me traes hoy?

Huguet: (tratando de calmarlo) Espera no te apresures, son malas noticias pero…

Moncada: Apura ve al grano.

Huguet: Todo ha sido inútil, la economía está en decadencia.

Moncada: (melancólicamente) Mi vida se ha vuelto un tormento, desde que mi Luisa partió demí y de mi alma, mi hija Victoria, la más parecida a su madre, ha tomado esa fatal decisión. A partir de eso…

Entra Eulalia, vestida de negro, sombrilla y en la mazo un libro de rezo

Eulalia: ¿Ha vuelto Florentina?

Moncada: Pensé que estaba contigo; pero dime, ¿Qué mala noticia me traes tú?

Eulalia: No traigo malas noticias a menos que tu hija Victoria sea una de ellas, porque sequedará tres días en tu casa.




Marquesa: ¡Querido Juan!

Moncada: ¡Florentina!

Eulalia: ¡Qué gusto verte!

Entra José María Cruz y Jordana
Moncada: Amigo Cruz.

Cruz: Señor, Don Juan. Don Facundo.

Marquesa: ¿Quién es aquel?

(Moncada presenta a Cruz a todos)

Moncada: Nuestro amiga, la Señora Marquesa de Maravella.

Marquesa: ¿Quién es ese Cruz?

Jordana: El asno cargado dereliquias.

Eulalia: Envidioso (alzando la voz) Cruz no se avergüenza de haber servido en esta casa.

Cruz: (haciendo memoria) Recuerdo que mi padre era el carretero, a mí me decían Petet y los tenía mucho respeto, inclusive hasta ahora lo sigo teniendo.

Moncada: Así es, luego se fue a México.

Marquesa: (sorprendida) ¿México?

Cruz: Sí, ahí me gané el dinero que hoy en día poseo,...