Variados
Páginas: 23 (5737 palabras)
Publicado: 19 de noviembre de 2012
EL PENSAR VENEZOLANO SOBRE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA
Apretada síntesis de la introducción y del capítulo final del libro homónimo (en manos de los editores) del doctor Carlos Machado Allison
No nos ha quedado duda alguna que buena parte del “pensar venezolano” sobre la propiedad de la tierra, está aún impregnado por elementos culturales y legales que se preservan desde el descubrimiento yque han sobrevivido a los avatares de la conquista, la colonia, la independencia, el caudillismo y la democracia.
Con pocos habitantes y mucha tierra, el tema ha tenido momentos y olvidos. Fue importante, porque así era la tierra en la economía de 1492, pierde relevancia durante la gestión de los Welser, se eleva cuando estos son echados por la impaciente Corona; alcanza tiempos fascinantesdurante la Colonia cuando se configuran las principales haciendas (siglo XVIII); son vistas como forma de pago a los soldados durante la ruina en que queda el país al final de la guerra de independencia. Luego se la olvida, en lo formal, mientras se la reparten los caudillos, hasta 1848 cuando surge la necesidad de ordenar un poco al país. Después es motivo de rebatiña durante la llamada guerrafederal, se la vuelven a repartir entre los caudillos triunfantes y, ya en el siglo XX, es tanto pasto de ganado como pienso del populismo.
En la Venezuela urbana y petrolera la “cuestión agraria” se fue disolviendo después de las emociones de la Reforma Agraria de 1960. y cuando ya se encontraba casi fuera de las primeras páginas de la agenda política, el gobierno de Hugo Chávez, la rescatanaprobando una nueva ley (2001), y luego una reforma de la misma (2005) acompañadas de viejas prácticas como las invasiones de tierras con agitación política. Pero hay más que eso en “el pensar venezolano” porque en los cimientos del tema agrario y las ideas sobre la propiedad, hay cosas, muchas aún por ser estudiadas en mayor detalle, que tienen que ver con nuestra forma de concebir la libertad y lademocracia.
La fragilidad de nuestro sistema democrático
Venezuela vive en la actualidad una profunda crisis política, institucional y social. Muchos analistas coinciden en señalar que el sistema democrático, formalmente vigente, es muy frágil. ¿Tendrá, tal fragilidad algo que ver con nuestra historia y en lo que corresponde a los derechos fundamentales del hombre, y entre ellos, los depropiedad?.
Quienes dirigen y orientan nuestra Guerra de Independencia no estaban –difícilmente podían haberlo estado –animados por la visión sobre la propiedad y los derechos fundamentales, que estimularon a los redactores de la Constitución de los Estados Unidos. Los vecinos de Caracas y los de Boston habían tenido una historia diferente (Rangel, 1976) aunque en ambos casos la propiedad general tuvoel mismo origen (en manos de la Corona), en las colonias británicas muy pronto, se constituyen formas de organización y titulación que garantizan los derechos sobre la propiedad privada.
Los primeros asentamientos en el norte nacen exactamente igual que los de América Latina, es decir a través de un acto de la corona. La diferencia estriba en el proceso de delegación que hace la corona británicaen varios “charters” o edictos reales, entre 1621 y 1634 a su gobierno colonial y a la creación de la “Corte General” que otorgaba los títulos de propiedad. Precisamente lo que deseaban los “pilgrims” y primeros colonizadores en el área luego conocida como Nueva Inglaterra: libertad y derechos de propiedad. Evidentemente una forma de pensar totalmente diferente a la dominante en América Latina.La centralización del poder, el caudillismo y la fuerte intervención del Estado central, desde la conquista española hasta nuestros días, tanto en la economía, como en la vida política, son rasgos tan dominantes en los textos constitucionales (Badell, 2000) como en las formas de gobierno. En materia de derechos constitucionales el énfasis formal ha sido colocado en el correspondiente a la...
Apretada síntesis de la introducción y del capítulo final del libro homónimo (en manos de los editores) del doctor Carlos Machado Allison
No nos ha quedado duda alguna que buena parte del “pensar venezolano” sobre la propiedad de la tierra, está aún impregnado por elementos culturales y legales que se preservan desde el descubrimiento yque han sobrevivido a los avatares de la conquista, la colonia, la independencia, el caudillismo y la democracia.
Con pocos habitantes y mucha tierra, el tema ha tenido momentos y olvidos. Fue importante, porque así era la tierra en la economía de 1492, pierde relevancia durante la gestión de los Welser, se eleva cuando estos son echados por la impaciente Corona; alcanza tiempos fascinantesdurante la Colonia cuando se configuran las principales haciendas (siglo XVIII); son vistas como forma de pago a los soldados durante la ruina en que queda el país al final de la guerra de independencia. Luego se la olvida, en lo formal, mientras se la reparten los caudillos, hasta 1848 cuando surge la necesidad de ordenar un poco al país. Después es motivo de rebatiña durante la llamada guerrafederal, se la vuelven a repartir entre los caudillos triunfantes y, ya en el siglo XX, es tanto pasto de ganado como pienso del populismo.
En la Venezuela urbana y petrolera la “cuestión agraria” se fue disolviendo después de las emociones de la Reforma Agraria de 1960. y cuando ya se encontraba casi fuera de las primeras páginas de la agenda política, el gobierno de Hugo Chávez, la rescatanaprobando una nueva ley (2001), y luego una reforma de la misma (2005) acompañadas de viejas prácticas como las invasiones de tierras con agitación política. Pero hay más que eso en “el pensar venezolano” porque en los cimientos del tema agrario y las ideas sobre la propiedad, hay cosas, muchas aún por ser estudiadas en mayor detalle, que tienen que ver con nuestra forma de concebir la libertad y lademocracia.
La fragilidad de nuestro sistema democrático
Venezuela vive en la actualidad una profunda crisis política, institucional y social. Muchos analistas coinciden en señalar que el sistema democrático, formalmente vigente, es muy frágil. ¿Tendrá, tal fragilidad algo que ver con nuestra historia y en lo que corresponde a los derechos fundamentales del hombre, y entre ellos, los depropiedad?.
Quienes dirigen y orientan nuestra Guerra de Independencia no estaban –difícilmente podían haberlo estado –animados por la visión sobre la propiedad y los derechos fundamentales, que estimularon a los redactores de la Constitución de los Estados Unidos. Los vecinos de Caracas y los de Boston habían tenido una historia diferente (Rangel, 1976) aunque en ambos casos la propiedad general tuvoel mismo origen (en manos de la Corona), en las colonias británicas muy pronto, se constituyen formas de organización y titulación que garantizan los derechos sobre la propiedad privada.
Los primeros asentamientos en el norte nacen exactamente igual que los de América Latina, es decir a través de un acto de la corona. La diferencia estriba en el proceso de delegación que hace la corona británicaen varios “charters” o edictos reales, entre 1621 y 1634 a su gobierno colonial y a la creación de la “Corte General” que otorgaba los títulos de propiedad. Precisamente lo que deseaban los “pilgrims” y primeros colonizadores en el área luego conocida como Nueva Inglaterra: libertad y derechos de propiedad. Evidentemente una forma de pensar totalmente diferente a la dominante en América Latina.La centralización del poder, el caudillismo y la fuerte intervención del Estado central, desde la conquista española hasta nuestros días, tanto en la economía, como en la vida política, son rasgos tan dominantes en los textos constitucionales (Badell, 2000) como en las formas de gobierno. En materia de derechos constitucionales el énfasis formal ha sido colocado en el correspondiente a la...
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