Varios
Narrador: Soñé que veía a un hombre con una carga sobre sus espaldas. Caminando por el desierto de este mundo, me encontré en un lugar donde había una cueva. Allí me acosté a dormir; Comencé entonces a soñar. Vi a un hombre vestido de harapos, dando las espaldas a su hogar, con un libro en su mano, y una gran carga sobre sus hombros. Mire y vi que abría el libro y loleía; a medida que leía el libro lloraba y temblaba. Si poder contener su pena, lanzo un gran gemido y clamo:
Peregrino: ¿Qué hare?
Narrador: En este aprieto el hombre se fue a sus casa y trato de esconder su pena, no queriendo que su esposa e hijos notaran su aflicción. Pero no pudo permanecer silencioso y finalmente derramo su corazón delante de ellos.
Peregrino: ¡oh! Mi querida esposay amados hijos. Estoy en una gran dificultad debido a una carga muy pesada que me agobia. Se me dice que esta ciudad en la cual vivimos va a ser quemada por fuego del Cielo. Si somos atrapados en este desastre todos pereceremos, a menos que hallemos antes un camino de escape.
Narrador: Su esposa y sus hijos estaban asombrados y asustados, no porque le creyeran, sino porque pensaban que estabavolviéndose loco.
Esposa: Querido ya es tarde ve a acostarte, un buen descanso te tranquilizara, veras que mañana te sentirás mejor.
Hijos: Si papi mejor ve a descansar.
Narrador: La noche resulto tan penosa como el día. Estaba tan inquieto que no podía dormir y base paso toda la noche en suspiros y lagrimas.
A la mañana siguiente su esposa e hijos se acercaron.
Esposa: ¿Cómo tesientes hoy querido?
Peregrino:De mal en peor, no puedo dejar de pensar en que esta ciudad va a ser destruida por fuego del Cielo.
Esposa: Esas son alucinaciones tuyas, ya basta de eso.
Narrador: Habiendo soportado este cruel tratamiento por un tiempo, volvió a su habitación lamentando su propia desdicha y sufriendo por la conducta de su familia, oro a Dios para que tuviera compasión deellos.
Durante varios días salió a caminar por el campo, a veces leyendo su libro, a veces orando pero siempre muy afligido. Al leer exclamaba en voz alta:
Peregrino: ¿Qué debo hacer para ser salvo?
Narrador: Miraba a un lado y otro como si quisiera echar a correr; sin embargo, no se movía porque no podía decidir qué camino tomar.
Vio venir hacia él a un hombre llamado evangelista, quienle pregunto:
Evangelista: ¿Por qué lloras?
Peregrino: Señor, leo en este libro que debo morir y después de la muerte viene el juicio. No quiero morir y no me atrevo a hacer frente al juicio.
Evangelista: Ya que la vida esta tan llena de dificultades, ¿Por qué no estás dispuesto a morir?
Peregrino: Porque temo que esta carga sobre mis espaldas me hunda mas allá de la tumba y que caeré enel infierno.
Evangelista: si estas tan angustiado, ¿Por qué te quedas aquí?
Peregrino: Porque no se a donde ir.
Evangelista:(Entrega al hombre un pergamino que dice “Huye de la ira venidera”)
Peregrino: ¿A dónde huiré?
Evangelista: (extiende la mano y apunta mas allá de la llanura diciendo) ¿Ves aquella puerta angosta?
Peregrino: No
Evangelista: ¿Ves esa luz brillante?Peregrino: Me parece que distingo una luz.
Evangelista: Fija tus ojos en esa luz, camina derecho hacia ella y hallaras la entrada. Cuando golpees a la puerta se te dirá lo que has de hacer después.
Narrador: El hombre obediente a las palabras del evangelista comenzó a correr. No se había alejado mucho cuando su mujer y sus hijos comenzaron a llamarle para que volviera. Pero el hombre se taposus oídos y siguió corriendo y gritando al mismo tiempo.
Peregrino: Vida eterna, vida, vida eterna. No miro hacia atrás sino que huyo fuera de la ciudad hacia el centro de la planicie.
Narrador: los vecinos también salieron parqa verlo correr, algunos se reian, otros trataban de asustarlo, y aun otros le gritaban que se volviera. Entre ellos había dos que resolvieron traerlo de vuelta por la...
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