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Páginas: 37 (9037 palabras)
Publicado: 23 de marzo de 2013
La Habana, enero-junio de 1952
Vol. II, número 10
páginas 5-22
Martín Heidegger
De la esencia de la verdad
La cuestión propuesta es la esencia de la verdad. La pregunta por la esencia de la verdad no requiere cuidarse de saber si la verdad es la verdad de la experiencia práctica de la vida o la de la conjetura en el dominio económico, la verdad de unareflexión técnica o de una sabiduría política y más especialmente la verdad de una investigación científica o de la creación artística, o incluso la verdad de una meditación filosófica o de una fe religiosa. El preguntar por la esencia consiste en desechar todo esto y dirigirse a lo que únicamente caracteriza toda «verdad» como tal.
Pero, la cuestión de la esencia, ¿no nos sume en el vacío de ununiversal abstracto que deja sin respuesta a todo pensamiento [die jedem Denken den Atem versagt]? La excentricidad de tal indagación, ¿no demuestra que toda filosofía carece de fundamento real? Un pensamiento enraizado en la realidad y dirigido hacia ella, debe tender completamente, en primer lugar y sin rodeos, a instaurar, contra la confusión de las opiniones y los cálculos, la verdad real, que hoydía nos proporciona una medida y un punto de apoyo. ¿Qué importa en nuestra zozobra real la cuestión de la esencia de la verdad, si ésta se aparta («se abstrae») de toda realidad? La cuestión de la esencia, ¿no es el problema más inesencial y gratuito [Unwesentlichte und das Unverbindlichste] que se puede plantear?
No es posible substraerse a la evidente certidumbre de tales objeciones. Nadiepodría desconocer su urgencia y gravedad. Pero, ¿qué expresan esas objeciones? El simple «buen sentido» [der «gesunde» Menschenverstand]. Este se obstina en sostener las exigencias de lo que es inmediatamente útil [des handgreiflichen Nutzens] y se vuelve contra el saber de la esencia del ente [das Wissen vom Wesen des Seiendes], el saber fundamental que desde remotos tiempos lleva el nombre de«filosofía».
El sentido común [der gemeine Menschenverstand] posee su propia necesidad y defiende su derecho al utilizar la única arma de que dispone. Exige la evidencia [auf das «Selbstvertändliche»] de sus pretensiones y de sus críticas. La filosofía, por su parte, no puede refutar el sentido común, porque éste es sordo a su lengua [weil er für ihne Sparche taub ist]. Más bien, no podría tener laintención de refutarlo, pues el sentido común es ciego para todo lo que la filosofía propone que se considere como esencial.
Por lo demás, nosotros mismos descansamos al nivel de la inteligibilidad del sentido común, mientras nos creemos seguros entre esas «verdades» [vielförmingen Wahrheiten] diferentes que nos proporcionan la experiencia de la vida, la acción, la investigación científica, la creaciónartística y la fe. [6] Nosotros mismos participamos en la revuelta del sentido común contra todo lo que requiere ser cuestionado.
Si es preciso, sin embargo, buscar la verdad, es preferible que la respuesta nos diga, en conclusión, dónde podemos buscarla. Se quiere saber lo que, hoy día, es de nosotros. Se exige la enseñanza del fin que debe ser propuesto al hombre en el seno de su evoluciónhistórica y por esta misma evolución. Se quiere la «verdad» real. ¡E igualmente la Verdad!
Sin embargo, puesto que se reclama la «verdad» real, se debe ya saber lo que es la verdad como tal. ¿No se le conocería sino «confusamente» y «en general» («gefühlmassig» und «im allgemeinen»)? Pero este saber aproximativo y esta indiferencia, ¿no resultan, en el fondo, más despreciables que la ignorancia pura ysimple de la esencia de la verdad?
I
El concepto corriente de verdad
¿Qué se entiende ordinariamente por «verdad»? Este término tan noble y, sin embargo, tan usado, al extremo de carecer de sentido, designa aquello que constituye lo verdadero como verdadero [was ein Wahres zu einem Wahren macht]. ¿Qué es lo que es verdadero? Decimos, vbg.: «es un verdadero placer cooperar al éxito de...
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