Vengo de un lugar que alguien, no creo necesario recordar quién, llamó “tierra de gracia”. Un país con unos ecosistemas privilegiados, paisajes hermosos, climas variados: un país considerado rico. Soy venezolana. Hablo de un país rico si lo consideramos en términos geográficos, pero ¿acaso la geografía es la que hace al país? No lo creo. Para mí es la gente. Sí, son los individuos, las personasque se relacionan día tras día, lo que determina un país y, por supuesto, es en base a esas personas que se nos ve desde afuera. No creo ser la única venezolana que se ha preguntado cómo nos ven esos agentes exteriores y, en más de una ocasión, se me ocurren situaciones en las que imagino encontrándome con alguien que no sabe de mi nacionalidad y comienza a hablarme, informalmente, de mi país. Perosi tuviera la oportunidad de hablar de esto que vivo, de darle un enfoque interno ¿qué diría? Por supuesto que comenzaría con la belleza geográfica (¿Por qué siempre ese mismo tema?) Hablaría de los problemas a nivel político, de la historia, de la economía. ¿Pero que diría sobre la gente que hace este país lo que es? ¿Cómo podría explicarle a un extranjero como es un venezolano? Es curioso, ¿no?Como es que siempre, al describir un país, nos referimos a sus términos más generales y solemos olvidarnos de esa parte humana que realmente es la que determina el sitio. Sacando de vista la parte “bonita” del venezolano que todos conocemos, hablemos de algo más oscuro en cambio. Hablemos de la característica más resaltante del venezolano: la viveza criolla. En este sentido Axel Capriles,psicólogo, economista y psicoanalista, venezolano reconocido por su labor al frente de la Fundación C. G. Jung de Venezuela y por sus conferencias y ensayos académicos; así como también por ser colaborador periodístico en diarios como El Universal y por haber publicado varios ensayos sobre política y corrupción; en su famoso libro “La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo” (2006) nos hablaacerca de la viveza del venezolano. Refiriéndose a ella, este autor señala que el venezolano hace uso de la “viveza criolla” para evadir diversos obstáculos acudiendo al rodeo, a las conexiones periféricas, las trampas y los arreglos, convirtiéndolas en medios fundamentales para resolver los problemas que se van suscitando a lo largo de la vida. Otro autor, José Ignacio Cabrujas (caraqueño nacido el17 de julio de 1937, destacado dramaturgo, director de teatro, actor, cronista, escritor de telenovelas, libretista de radionovelas, autor de guiones cinematográficos, moderador de programas de radio, humanista y diseñador de campañas políticas. Fallecido en Porlamar, Isla de Margarita, el 21 de octubre de 1995, víctima de un ataque cardíaco), en una columna de su autoría llamada "José IgnacioCabrujas habla y escribe” y bajo una edición titulada “El estado del disimulo”, señala que es debido a esa historia en la que Venezuela no fue pensada, en un principio, para alzarse como una colonia española propiamente dicha, sino que era una especie de hotel, de “mientras tanto”, en los planes de búsqueda de riquezas de los europeos en las tierras americanas, que los venezolanos nos fuimosacostumbrando a no tomar en serio a las figuras de autoridad, las cuáles al cumplir con los parámetro que se les sugiere según el cargo que posee, se les tilda de odiosos, de pesados, convirtiendo así a la corrupción como un estado habitual. Las vemos como corruptos y debemos defendernos para poder sobrevivir. Jamás hemos aceptado el drama extremo del poder y no se reconoce a la una figura de autoridadcomo tal sin que primero se halle ese lado humano que lo hace parecido a nosotros: le criticamos, le ridiculizamos, y todo esto con el objetivo final de simplemente no tomar en serio lo que nos imponen. Capriles, en este sentido, concuerda con Cabrujas al decir que seguir al pie de la letra las ordenanzas y leyes no sólo es trabajoso, sino que puede llevar a insólitas complicaciones, a enredos....
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.