VENEZUELA
Las cosas en Venezuela siguen de mal en peor. Particularmente para los millones de venezolanos queestán sumidos en la pobreza extrema. Uno de los azotes que ellos reciben, de los más duros, es el de la inflación, que está claramente desbocada.
Según las propias cifras del Banco Central deVenezuela, el país registra, en lo que va del año, esto es en apenas los ocho meses que han transcurrido, una inflación acumulada que ya es del 39% anual. Esta es fruto, nos dice “El Universal”, del mayoraumento de precios ocurrido en ese período del año de los últimos 18 años. Impresionante.
La demanda de casi todos los bienes de primera necesidad está insatisfecha. Primero, por el constantedeclive de la producción nacional y, además, por las trabas a las importaciones producto de la tremenda escasez de divisas.
Los bienes han desaparecido de los anaqueles de los mercados y el tráfico demercancías en el mercado negro está creciendo. Como si ello fuera poco, la emisión -cada vez más acelerada- de moneda local contribuye a empujar la cotización del dólar negro al alza y naturalmente setraduce en una presión adicional hacia el aumento de los precios.
La gente de menores ingresos, como es habitual, sufre especialmente el aumento del costo de los alimentos que, en sólo un año, seincrementó nada menos que un 91%, al igual que las bebidas sin alcohol. Encarecimiento que es realmente dramático. El transporte, por su parte, subió un 48%; los precios de la ropa y del calzado seincrementaron un 46%; y los gastos en salud un 36%, aunque en este rubro el calvario mayor es el de poder encontrar lo que se necesita, tanto en materia de remedios, como de asistencia mediante losservicios médicos que en cada caso particular son necesarios.
Como suele suceder, cualquier recurso es bueno para tratar de disimular las cosas. Particularmente cuando un gobierno ha suprimido...
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