verios

SER, VIOLENCIA Y SOCIEDAD
REFLEXIONES SOBRE LA TRASGRESIÓN Y LA AUTONOMÍA

Mariscal, Cintia Lucila
Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos Aires
Estudiante avanzada de Ciencias de la Comunicación
cintimaris@hotmail.com

Resumen:

El presente trabajo buscará establecer un puente entre ciertos aspectos de la ontología
de Bataille, desarrollados en La parte Maldita y Elerotismo, y el proceso de
socialización según lo entienden la Teoría social de Bourdieu y la filosofía de
Castoriadis.
Se intentará vincular la idea del ser como desbordamiento, cuyo derrotero obligado
ha de ser el derroche, el don, y su función social como otorgador de rango, con lo que
Bourdieu concibe en Razones Prácticas como una de las tareas de la sociología; esto es
determinar el modo enque la pulsión biológica indiferenciada se convierte en libido
social específica en el proceso de adhesión de los agentes al campo social. El don como
un consumo por el otro, otorgador de rango, a partir de cual el hombre se enriquece del
desprecio de su riqueza, establece las diferencias que harán al campo social. El don,
según Bataille se constituye en un combate agonístico entre conciencias.Intentáremos a
éste respecto vincular la idea de agón, cuya etimología nos remite a la idea de juego,
con el concepto de illusio en Bourdieu. Asimismo se indagará la trasgresión y su
vinculo con el proyecto de autonomía planteado por Castoriadis.

1

SER, VIOLENCIA Y SOCIEDAD
REFLEXIONES SOBRE LA TRASGRESIÓN Y LA AUTONOMÍA

La reflexión que intentaremos desplegar, buscará someramenteabrir un interrogante. Su
enunciación, no obstante, nos resulta dificultosa en cuanto se inmiscuye con una
arrogancia despiadada en los espacios oscuros de una racionalidad que agoniza.
Establecer relaciones, someter el texto a interpretaciones, siempre es un acto
violento. Más sin renegar de ésa violencia, intentando no prejuzgarla moralmente,
permaneceremos en ella y es a ella a quienindagaremos.
Quien se introduce en la obra de Bataille lo hace, la más de las veces, con
precauciones. Los comentadores no se cansan de repetir hasta el hartazgo, casi como un
sesgo estilístico en común, el carácter fragmentario, heterodoxo e inclasificable de su
obra.

Nos hablan de sus múltiples profesiones, de sus audacias descabelladas,

dibujándolo en el campo de los intelectuales, casi comoun poeta maldito. Quizá la
maldición haya caído sobre el mismo Bataille que intentó, a partir de una escritura
empapada de vida, hablar de ella.
La parte maldita propone la conformación de una ontología del movimiento general
de la vida interior del hombre y fue pensada como parte de un proyecto más abarcador
pero inconcluso, esto es

una “historia de la civilización” o una “historia de laeconomía”. Las líneas de este pensamiento ya se delineaban a partir de un artículo de
1933 “La noción de gasto” en el que Bataille atacaba la objetivación de la razón y la
extensión de la racionalidad a todos los ámbitos de la vida, analizando el exceso y la
trasgresión.
Si la razón ha sido desde antaño vinculada a metáforas lumínicas, la incomodidad
que genera Bataille es su insistenciaen preguntarse por aquello que dichas metáforas
crearon al omitir; lo oscuro, lo silenciado y ¿por qué no? lo maldito. Esta pregunta lo ha
llevado a gestar una ontología que pudiera responder a ella y es esto lo que retomaremos
para ésta vez interrogar nosotros.
Lo que nos preocupa es profundamente político y se enmarca en la posibilidad de
llevar adelante un proyecto de autonomía tal como loplantea Castoriadis. Unir ambos
autores, someterlos al diálogo, persigue el interés de comprender esto que es el hombre
su ti esti, su carácter maravilloso y terrible a la vez, que busca constantemente el vértigo

2

del abismo que lo acerca a la muerte, al tiempo que construye ciudades y es capaz de
crear la filosofía, la política, la democracia.
Se trata de una pregunta política que...