veronica
A LOS 100 AÑOS DE OCTAVIO PAZ COMPILAMOS AGUNOS EXTRACTOS DE LAS IDEAS DEL POETA SOBRE LAS DROGAS, LAS EXPERIENCIAS VISIONARIAS Y ALGUNAS DIVERTIDAS ANÉCDOTAS DE SUS PROPIAS EXPERIENCIAS.
Cae la noche sobre Teotihuacán.
En lo alto de la pirámide los muchachos fuman marihuana,
suenan guitarras roncas.
¿Qué yerba, qué agua de vidaha de darnos la vida,
donde desenterrar la palabra,
la proporción que rige al himno y al discurso,
al baile, a la ciudad y a la balanza?
Octavio Paz.
La personalidad y la vida privada de las grandes figuras culturales nos fascina más allá de su obra, ya sea porque las elevamos a una región astral de idolatría o contrariamente también porque queremos acercarnos a ellas, tener afinidades yreconocer nuestros propios vicios y virtudes en su espejo deslumbrante. Así especialmente nos interesa saber cómo eran estos gigantes de la literatura, del cine o de la pintura: cómo era su vida romántica, cuáles eran sus hábitos, su filosofía personal o su visión religiosa y hasta qué sustancias consumían para trabajar o simplemente de manera recreacional. Formamos una imagen bohemia que tal vez nonos acerca más a su obra —y que ciertamente diverge la atención a cosas menos importantes— pero que ejerce una influencia magnética, construye un aura y nos hace creer que conocemos y tenemos nodos de interconexión con esa personalidad. Si Hemingway bebía ron (y nosotros bebemos ron) o si Artaud tomó peyote con los tarahumaras (y nosotros hemos ido al desierto a tomar peyote…) sentimos unilusorio estupor de camaradería y bienestar. O, más allá, nos ponemos a pensar, qué hubiera ocurrido si Borges hubiera fumado DMT, si Octavio Paz hubiera estado en una ceremonia de ayahuasca…
Octavio Paz fue un poeta cosmopolita que extendió su mirada a todo tipo de influencias y costumbres durante sus viajes y sus lecturas. Paz no podía dejar de tratar el tema de las drogas, tanto desde un aspecto depolítica pública y crítica literaria hasta su propia experimentación. Paz claramente detectó que las drogas eran prohibidas porque suscitaban divergencias ideológicas, analizó las experiencias de otros poetas con las drogas y entendió que las drogas eran la sustitución arquetípica de nuestro deseo de infinito en una era profana. Pese a esto, sería exagerado colocar a Paz en una tradición de poetasmísticos —cuya inquietud central versa sobre lo numinoso y lo sobrenatural—, entre los que podemos ubicar a Blake, a Yeats y a Ginsberg, por citar sólo algunos. Paz tuvo momentos, particularmente fruto de su estancia en la India, en los que escribió con una veta mística, pero su relación con lo sagrado ocurre fundamentalemnte sin la interfaz de los dioses: es a través del amor y de la poesíamisma.
Las drogas en nuestra cultura, desde la inclusión del soma en los cantos védicos, son uno de los medios más utilizados para entrar en contacto con lo numinoso, más allá de que su consumo fuera de contextos sagrados tenga resultados que poco se acercan al orden divino. Sin embargo, tampoco sería acertado ubicar a Paz en una tradición de poetas “parnasianos” ligados a la experimentación condrogas psicoctivas como Coleridge, Baudelaire, Michaux o muchos de los miembros de la generación Beat.
Guillermo Sheridan recupera para Letras Libres la relación de Paz con las drogas. La visión de Paz sobre la prohibición de las drogas mantiene relevancia (parece pensar lo que casi cualquier persona inteligente con una mente relativamente abierta pensaría). “Paz se halla obviamente al tanto de lascontradicciones. Piensa que los alucinógenos ‘sagrados’ fomentan la introspección: ‘el alcohol nos empuja hacia afuera, los alucinógenos nos retraen’ y cree que Huxley acierta cuando dice que ‘no son más, sino menos peligrosas que el alcohol’”. Una visión bastante sobria y lúcida de las drogas ilegales que complementa con el vislumbre de que, además de constituir un negocio “controlado por...
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