Vesania

Vesania…
¿Había visto alguna vez a mi mujer de esta manera? ¿Triste? Tal vez, pero llorando de tal forma, desconsolada e incomprensible, jamás. En sus ojos podía ver su alma sollozar por un poco decomprensión, sólo eso, sentirse segura y acompañada como alguna vez, hace muchos años lo estuvo.
Y sí, allí estaba ella, tan sonriente y hermosa cual amanecer en un día cálido, sin saber lo que erael dolor y mucho menos el amor, pero no le hacía falta. O por lo menos así era antes de que nuestros caminos se cruzaran y nuestras miradas se encontraran, tras esto, su pasión por la vida, por mí fuellegando al clímax de tal forma que ya era imposible dar un paso atrás, ya estábamos tan sumergidos uno en el otro que el destino pareciese estar escrito de pronto, dispuesto a llevarnos al másprofundo sueño en el cuál todo sería tan perfectamente exquisito, y lo fue. Donde llegamos a expresar cada gota de sangre que corría por nuestras venas hasta llegar al corazón en todo su esplendor, cadaespacio entre nosotros no nos separaba, lograba entrelazar aún más nuestros deseos de encontrarnos cuerpo a cuerpo pero compartiendo una misma alma. Cada rayo de luz nos permitía observarnos mutuamente,desde una sola silueta hasta lograr captar todo el fulgor escondido bajo la misma piel que compone lo que nos enamoró al instante y por primera vez.
Pero el tiempo pasó, y fue así cuando lo queparecía ser ideal, cayó en la desdicha total… Cada bloque que juntos lográbamos levantar, por separado lo hundíamos profundamente con un desprecio irreconocible del cual poco a poco nos fuimos agotando.
Yo,en medio del alba solía dirigir mi mirada hacía su rostro, realmente disfrutaba amarla pero la neutralidad con la que comenzó a expresar su visión de la vida y la indiferencia que proyectaba a mí,lograba confundirme… Al cerrar los ojos y recordar como solíamos ser, siempre venía a mi mente su boca seductora por la cual se esparcía esa melodiosa voz que me decía a cada instante “Nunca te...