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COMENTARIO SOBRE MIAU
Autor: Benito Pérez Galdós

Benito Pérez Galdós dedica toda su magistral obra a un fenómeno que fue muy común en el siglo XIX: la cesantía, junto con todos los vicios y defectos de la función pública de esa época.

La obra se sitúa en Madrid, segunda mitad del siglo XIX, centrando su atención en el señor Villaamil, cesante (a punto de jubilarse), al cargo de toda unafamilia. Villaamil representa a una gran mayoría de la población española de esa época, ya que durante el siglo XIX era muy común recibir una cesantía y esperar a la buena suerte. Como bien expresa Segismundo Moret refiriéndose a esta época: “Antes se esperaba la sopa boba a la puerta de los conventos, ahora se esperan los puestos a la puerta de los ministerios.” Debido a la facilidad para elingreso y a la falta de exigencia en el puesto concedido, los hombres de clase media veían el trabajo en la Administración Pública como la solución a sus problemas, lo que dio lugar a que hubiera mucha más demanda que oferta de empleo público ocasionando, así, las comunes cesantías.

Durante estos años, la Administración fue muy desorganizada, no tenía ningún pilar donde apoyarse más que losfavoritismos, la desconfianza y las cesantías por cambio político o por simple conveniencia. Aunque bien es cierto que oficialmente sí tenían donde apoyarse, el problema fue que en la práctica no lo hacían. Así, fue con Luis López Ballesteros (1828) cuando comenzó la voluntad de cambiar los defectos de la Administración Pública mediante reformas. A Ballesteros le siguió Bravo Murillo (1852) y más tardeO’Donell (1866), pero ninguna de estas reformas acabó con esta situación.

En el Estatuto de Funcionarios de 1852 (cuyo autor fue Javier de Burgos) se desarrolla el principio de “Todos los españoles son admisibles a los empleos y cargos públicos según su mérito y capacidad”. El problema fue que esto no se cumplió y resultó una situación contraria a la que quería Javier de Burgos: los políticosquerían tener en su poder a la administración y lo hacían mediante un sistema que aseguraba la fidelidad ideológica de los funcionarios.

Es por esto por lo que el protagonista de la obra de Galdós no tiene éxito en su trabajo (a pesar de saber mucho más que el resto y hacer lo que debe hacer), ya que en esos años lo que primaba no eran los conocimientos, la experiencia y el saber actuarcorrectamente, sino la sumisión hacia aquel que te hizo el favor de introducirte en el Ministerio. Por ello es su yerno el que consigue el éxito, porque él sí es esa clase de personas que vende sus ideales ante un buen puesto. De hecho, en el propio libro se explica esto de manera muy clara: “Villaamil -dijo Mendizábal con suficiencia-, es un hombre honrado, y el Gobierno de ahora es todo de pillos. Ya no hayhonradez, ya no hay cristiandad, ya no hay justicia. ¿Qué es lo que hay? Ladronicio, irreligiosidad, desvergüenza. Por eso no le colocan, ni le colocarán mientras no venga el único que puede traer la justicia.” A Villamil no le van a colocar, ya que es exactamente la persona que menos quiere la Administración en ese momento: una persona honrada.

Así, a lo largo de la historia de España, se haintentado cambiar esta situación de favoritismo y clientelismo político mediante reformas y estatutos, llegando finalmente a nuestros días. A lo largo de estos años se ha tratado de implantar la igualdad, el sistema de mérito y capacidad, la imparcialidad y la transparencia. Así, en abril de 2007 se volvió a presentar una Ley del Estatuto Básico del Empleado Público donde, entre otras muchas cosas,se intenta terminar con este favoritismo que nos viene siguiendo de siglos pasados.

El nuevo estatuto trata de dar importancia a la igualdad y al acceso por mérito y capacidad evitando, así, los favoritismos y arbitrariedades. Además, se ha intentado eliminar el defecto que tenía el derecho a la inamovilidad de los funcionarios, que era la falta de eficiencia, mediante un sistema de...