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Páginas: 388 (96817 palabras)
Publicado: 6 de agosto de 2012
Primera edición: abril 2002 Cuarta edición: julio 2005
Dirección editorial: Elsa Aguiar
Colección coordinada por M.a Carmen Díaz—Villarejo
Diseño de cubierta: Estudio SM
© Laura Gallego García, 2002 © Ediciones SM, 2002
Impresores, 15
Urbanización Prado del Espino
28660 Boadilla del Monte (Madrid)
www.grupo—sm.com
Centro de Atención al Cliente
Tel: 902 12 13 23
Fax: 91 428 65 97e—mail: clientes.cesma@grupo—sm.com
ISBN: 84—348—8629—4 Depósito legal: M—23729—2005 Impreso en España / Printed in Spain Imprenta SM
Agradecimientos
Justo es decir que este libro nunca habría visto la luz sin la inter-vención de una serie de personas que merecen, por supuesto, ocu-par un hueco en esta página. En primer lugar, los tres auténticos"hijos de Tara": Fernando, que me pidió que escribiese esta historia; Andrés, que me ayudó a escribirla, y Javier, que colaboró en la con-formación de este mundo. Después es necesario recordar a todos aquellos que en un momento dado aportaron críticas, ideas, suge-rencias... que ayudaron a perfilar la historia: Sergio, Guillermo, Te-resa, Fernando (padre)...
También cabría citar a los "maestros"en los que se inspiró este libro: Isaac Asimov, William Gibson y un largo etcétera que incluye no solo a escritores, sino también a autores de películas, cómics... que cayeron en mis manos mientras trataba de ponerme al día en el mundo de la ciencia—ficción para escribir esta historia.
A todos vosotros, mi más sincera gratitud.
Para Andrés, mi "socio", en recuerdo de aquellosmomentos en el "Barocco", de aquellos borradores, de tantas horas de reunión,y de muchas cosas más.
Porque esta fue la primera historia que fabulamos juntos y, por supuesto, no será la última.
El hombre olvida sus orígenes; la naturaleza, nunca.
Paulo Coelho, Brida.
índice
Prólogo ……………………..…. 9
Capítulo 1 Cielos de acero ………………………. 15
Capítulo 2 Luz en lastinieblas …………………...…. 32
Capítulo 3 Horizonte brumoso …………………..….. 45
Capítulo 4 Túneles letales ……………………... 64
Capítulo 5 Trampa flotante……………………….…………. 83
Capítulo 6 Fuente de vida ……………………. 100
Capítulo 7 Ciudad salvaje ……………………. 119
Capítulo 8 Paradoja artificial………………………………… 135
Capítulo 9 Hielo virtual ……………………... 151
Capituló 10 Bosque alacecho……...,…………………………. 171
Prólogo
Kurt caminaba por un terreno yermo y baldío, envuelto en hú-medas nieblas fantasmales que se cerraban sobre él y se adherían a su piel como si se tratase de manos espectrales que intentaran atra-parlo con sus dedos ganchudos y pegajosos. Andaba encorvado, con dificultad, casi arrastrándose, con sus últimas fuerzas. Su respiración era pesada e irregular; tenía lospulmones ardiendo después de vagar durante tantos días por aquel erial envenenado. Sus ojos, cansados y hundidos, apenas veían más allá de lo que tenía delante. Llevaba horas dando vueltas sin rumbo fijo, esperando, simplemente, que le llegara la muerte.
No se percató de que algo cambiaba en aquel horizonte gris. Más allá, las nieblas parecían aclararse y una difusa línea verde comen-zaba adistinguirse detrás.
Kurt no se dio cuenta de hacia dónde se dirigía hasta que se detuvo un momento a recuperar aliento y alzó la mirada.
Entonces los vio.
Sombras que se alzaban entre las nieblas. No serían más de una docena, pero se erguían orgullosas y altivas, y parecían estar aguar-dándolo. Sombras humanas.
Kurt se estremeció y se miró las manos, unas manos llenas de bultos bajo una piel quemadapor la radiación. No dudaba de que el resto de su cuerpo presentaba el mismo aspecto, y tampoco du-daba que ningún ser humano podría vivir allí sin acabar como él.
Se esforzó por ver mejor entre la niebla. Aquellas personas no parecían enfermas. ¿Estaría llegando a alguna duma, como aquella de la que había escapado?
Kurt estuvo a punto de dar media vuelta, pero las piernas le fallaron y...
Dirección editorial: Elsa Aguiar
Colección coordinada por M.a Carmen Díaz—Villarejo
Diseño de cubierta: Estudio SM
© Laura Gallego García, 2002 © Ediciones SM, 2002
Impresores, 15
Urbanización Prado del Espino
28660 Boadilla del Monte (Madrid)
www.grupo—sm.com
Centro de Atención al Cliente
Tel: 902 12 13 23
Fax: 91 428 65 97e—mail: clientes.cesma@grupo—sm.com
ISBN: 84—348—8629—4 Depósito legal: M—23729—2005 Impreso en España / Printed in Spain Imprenta SM
Agradecimientos
Justo es decir que este libro nunca habría visto la luz sin la inter-vención de una serie de personas que merecen, por supuesto, ocu-par un hueco en esta página. En primer lugar, los tres auténticos"hijos de Tara": Fernando, que me pidió que escribiese esta historia; Andrés, que me ayudó a escribirla, y Javier, que colaboró en la con-formación de este mundo. Después es necesario recordar a todos aquellos que en un momento dado aportaron críticas, ideas, suge-rencias... que ayudaron a perfilar la historia: Sergio, Guillermo, Te-resa, Fernando (padre)...
También cabría citar a los "maestros"en los que se inspiró este libro: Isaac Asimov, William Gibson y un largo etcétera que incluye no solo a escritores, sino también a autores de películas, cómics... que cayeron en mis manos mientras trataba de ponerme al día en el mundo de la ciencia—ficción para escribir esta historia.
A todos vosotros, mi más sincera gratitud.
Para Andrés, mi "socio", en recuerdo de aquellosmomentos en el "Barocco", de aquellos borradores, de tantas horas de reunión,y de muchas cosas más.
Porque esta fue la primera historia que fabulamos juntos y, por supuesto, no será la última.
El hombre olvida sus orígenes; la naturaleza, nunca.
Paulo Coelho, Brida.
índice
Prólogo ……………………..…. 9
Capítulo 1 Cielos de acero ………………………. 15
Capítulo 2 Luz en lastinieblas …………………...…. 32
Capítulo 3 Horizonte brumoso …………………..….. 45
Capítulo 4 Túneles letales ……………………... 64
Capítulo 5 Trampa flotante……………………….…………. 83
Capítulo 6 Fuente de vida ……………………. 100
Capítulo 7 Ciudad salvaje ……………………. 119
Capítulo 8 Paradoja artificial………………………………… 135
Capítulo 9 Hielo virtual ……………………... 151
Capituló 10 Bosque alacecho……...,…………………………. 171
Prólogo
Kurt caminaba por un terreno yermo y baldío, envuelto en hú-medas nieblas fantasmales que se cerraban sobre él y se adherían a su piel como si se tratase de manos espectrales que intentaran atra-parlo con sus dedos ganchudos y pegajosos. Andaba encorvado, con dificultad, casi arrastrándose, con sus últimas fuerzas. Su respiración era pesada e irregular; tenía lospulmones ardiendo después de vagar durante tantos días por aquel erial envenenado. Sus ojos, cansados y hundidos, apenas veían más allá de lo que tenía delante. Llevaba horas dando vueltas sin rumbo fijo, esperando, simplemente, que le llegara la muerte.
No se percató de que algo cambiaba en aquel horizonte gris. Más allá, las nieblas parecían aclararse y una difusa línea verde comen-zaba adistinguirse detrás.
Kurt no se dio cuenta de hacia dónde se dirigía hasta que se detuvo un momento a recuperar aliento y alzó la mirada.
Entonces los vio.
Sombras que se alzaban entre las nieblas. No serían más de una docena, pero se erguían orgullosas y altivas, y parecían estar aguar-dándolo. Sombras humanas.
Kurt se estremeció y se miró las manos, unas manos llenas de bultos bajo una piel quemadapor la radiación. No dudaba de que el resto de su cuerpo presentaba el mismo aspecto, y tampoco du-daba que ningún ser humano podría vivir allí sin acabar como él.
Se esforzó por ver mejor entre la niebla. Aquellas personas no parecían enfermas. ¿Estaría llegando a alguna duma, como aquella de la que había escapado?
Kurt estuvo a punto de dar media vuelta, pero las piernas le fallaron y...
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