Via Crucis

6- Vía Crucis de la Fe
Un camino de fe para la Cuaresma
Instrucciones para iniciar este camino A los primeros cristianos se los llamaba “seguidores del camino” (cfr. Hechos 9,2), pues reconocían a Jesús como “camino, verdad y vida” (Juan 14,6). Toda su vida y sus palabras son camino para nosotros sus seguidores: su nacimiento humilde, su vida en familia con María y José, su predicación ytambién su último camino: el camino de la cruz. En estos días previos a la Semana Santa donde revivimos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, nuestro Salvador, queremos proponerles acompañarlo en su camino de la cruz (eso significa traducido del latín el “vía crucis”) y poder revivir a su lado como seguidores suyos, el amor que tuvo por todos nosotros y lo llevó a la entrega total de su vida enmanos del Padre. El rezo del vía crucis se remonta a los primeros siglos del cristianismo donde peregrinos llegaban a Jerusalén en busca de los lugares por donde pasó Jesús camino hacia la cruz, y luego se fue convirtiendo en una devoción para rezo en las iglesias o de modo personal para todos aquellos que no podían llegar hasta Tierra Santa pero que igualmente querían continuar haciendo memoria delcamino de la entrega del Señor. El esquema de este vía crucis contiene las quince estaciones tradicionales que durante siglos rezamos como Iglesia, divididas en tres entregas de cinco estaciones cada una. En cada estación encontraremos una lectura bíblica que ilumina el camino, una breve meditación de su Palabra para nuestros días y por último algunas preguntas para nuestra reflexión y una oraciónfinal. La intención es ponernos en camino haciendo memoria de su cruz y acompañarlo confiándole también nuestras cruces y dificultades, las grandes y las pequeñas, las de cada día. Podemos rezarlo personalmente, en pequeños grupos o en familia, y a medida que vamos haciendo camino a su lado, dejar que todo lo ilumine la fe en el Hijo de Dios, que nos amó y se entregó por nosotros. Con la esperanzacierta de que toda vida entregada por amor da fruto abundante (Cfr. Juan 12,24) y la fe puesta en su palabra de consuelo que nos dice: “Ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar” (Juan 16,22), iniciamos este camino hacia la Pascua, de la mano de María y de toda la Iglesia peregrina que va tras sus huellas.

Primera Estación: Jesúses condenado a muerte
Primer Momento: Leemos lo que dice el Señor Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses: “Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres.Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y lo dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el Señor».” Filipenses 2,5-11

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Segundo Momento: Meditamos su Palabra En el inicio de este camino dela cruz, vemos a Jesús condenado a una muerte injusta y nos muestra que Él, nuestro Dios se ha vuelto capaz de sufrir, el propio Dios a quien seguimos y en quien confiamos fue a la pasión. Él inicia la búsqueda del que estaba perdido y lo encuentra allí donde más lejos parece estar de Dios: en la cruz, en el lugar de la violencia y la injusticia más grave, el lugar de la cobardía y el poder, ellugar del abandono y la crueldad, el lugar de la muerte solitaria. Hacia allí Dios sigue al hombre para alcanzarlo con su abrazo, asumiendo todo su dolor. En Jesús vemos a aquel que ha vivido la miseria en su propio cuerpo, entonces sabemos que nunca estaremos abandonados en la desesperación. Nos muestra que él nos acepta incondicionalmente con toda nuestra fragilidad y nos invita a participar...