Viaje de concierto a Ushuaia por Juan Mouras

Viaje de concierto a Ushuaia, Argentina, 2000 (Juan Mouras)

I Finis Terra

Hacia el sur de la Patagonia, en Tierra del Fuego, el mundo va terminándose muy lentamente. Y mientras más se mira hacia el Polo, el cielo más se inclina, transformándose en un gran telón cósmico que arrastra nubes y estrellas en su caída. Después, más allá de las distancias, la gran cascada donde el mar sesumerge en lo profundo de la noche austral, anuncia a los fueguinos el comienzo de un territorio donde reinan los dioses del pánico y las tinieblas, con tormentas de nubes grises y largos días de obscuridad.

Es el mundo de Lola Kiepja, mujer indígena “Ona” y chamán, que en sus últimos días, a mediados del siglo XX, mientras vivía en la reducción indígena del “Lago Fagnano”, grabó los cantosceremoniales de su pueblo ya extinguido, en las cintas de Anne Chapman, investigadora y etnógrafa franco americana que rescató aquel legado espiritual.

En 1993 conocí esa voz conmovedora a través de las grabaciones editadas, e incorporé un canto en una obra que compuse, titulada “Poemas de la Trapananda”, construida sobre textos de los poetas Mario Miranda y Oscar Aleuy, ambos de Coyhaique. En 1995grabamos esta pieza con Mario como recitante, en mi CD “De España y América”, cuando él visitaba Santiago. Nunca olvidaré su inspirada versión, porque de pronto, el estudio de grabación se convirtió en el mundo austral, y Mario, con la vista fija en las distancias del río Ñadis y con los fonos puestos, rodeado de máquinas y micrófonos, inició su parlamento:

“Esta es la Patagonia, de la tierray el agua infinita, encumbrada en un torrente de amor. Es todo el sur brotando en el corazón. Patagonia, como un caballo ciego galopando en la noche de las inmensas moles...”
y no se detuvo hasta las últimas palabras del poema:
“...el Cacique Huaqui, llorando en silencio por la muerte de sus hijos, y los hijos de sus hijos”.
Fue una transfiguración que me impulsó a improvisar en la guitarranotas desconocidas. Entonces, desde las distancias abismales, Lola Kiepja surgió como en una revelación, y su espíritu nos envolvió, igual que el humo de su fogata austral.

Cinco años después estamos viajando en una camioneta del Ministerio de Educación desde Punta Arenas a Ushuaia, a través de toda la Tierra del Fuego, a inaugurar la “Primera Pinacoteca de Integración Binacional del Fin delMundo”. A bordo Mario Miranda, Jefe de Cultura de la Secretaría Regional Ministerial de Educación de la XI Región Aisén e impulsor de este gran proyecto, el chofer y yo.

En otra camioneta el Secretario Regional Ministerial de Educación y la Jefa de Cultura de la XII Región de Magallanes, y en un tercer vehículo un grupo de escritores, pintores y fotógrafos. En las carrocerías las pinturas, que sondonaciones de artistas chilenos al “III Encuentro Binacional de Pintura en la Patagonia”.

Los anteriores se habían efectuado en Comodoro Rivadavia (Argentina) y Punta arenas (Chile).

Como inicio del viaje de un día completo hemos salido desde Punta Arenas cruzando el Estrecho de Magallanes hasta Porvenir, para proseguir hacia el límite con Argentina. Cruzamos la frontera, cumplimos conlos trámites de aduana, inmigración, y llegamos hasta Río Grande. De ahí rumbo al sur, a Ushuaia.

“Tierra del Fuego”, es una árida meseta o pampa de coirones, que evidencia el frío del invierno, los vientos fuertes y la escarcha que “seca” la naturaleza. Sin embargo, en el último tramo atravesamos grandes cordilleras cubiertas de bosques y vegetación impenetrable, hasta llegar a un enorme yhermoso lago. Un letrero caminero anuncia su nombre: “Lago Fagnano”.

Hemos llegado a la tierra de Lola Kiepja, donde estuvo su reducción indígena Ona. Por segunda vez en nuestras vidas, ahora desde este paisaje de árboles y agua, surge su voz como una visión sonora, llena de ternura, emoción y desgarro. Es un canto lastimero de profundo duelo. Sus antepasados también cantaron para arrullar a los...