Viaje a ñagazu

Viaje a Ñagazu

Al llegar a la comunidad nativa de Ñagazu, nos recibió una espesa neblina, que con los primeros rayos de sol se fue disipando. Cada día en la comunidad era más interesante que elanterior, porque descubría muchas cosas, ya sea por la enseñanza de los pobladores, o por simple curiosidad.
En el primer, el desayuno que nos esperó fue realmente deliciosos, especialmente porque todolo que comí era del lugar, y la dedicación que la señora Malvina le puso se sentía en cada bocado que probaba. Luego del almuerzo fuimos al mirador y en el trayecto el profesor del pueblo me explicómuchas cosas, por ejemplo me dijo que las zonas cercanas a los ríos estaban siendo reforestadas por miembros de la comunidad, para evitar la erosión del río ante las crecidas de caudal por lasabundantes precipitaciones, propias d la zona.

Nunca antes había comido Cecina de pituca o Juanes y haberlos comido en Ñagazu, fue para mi una experiencia nueva, porque los platos fueron hechosíntegramente con productos de la zona y porque pude observar el gran trabajo al preparar cada un de estos plato. El recibir siempre a los chico de las otras casas, me mostró el gesto de hospitalidad de toda lacomunidad, porque a pesar que la comida se la daban en la otra casa, la señora Malvina siempre les daba un plato de comida, y también viceversa, cuando íbamos a la casa de la otra señora, es por esoque el tiempo se fue muy rápido, porque la sensación hogareña se sentía en todo el pueblo.

El segundo día, la marcha de los niños con pancartas alusivas al día del Medio Ambiente y con anuncioscolgados en la pared más resaltante del pueblo (cerca del restaurante de la señora Malvina), demostró la importancia del cuidado del medio ambiente para ellos, luego pensé en las actividades que serealizarían en la capital. Dudo que los colegios incentiven este tipo de actividades, porque cuando estudie nunca celebré este día, y observar que niños con pocos recursos (económicos) realicen eso, me...