Viajes
Bien dicen por ahí que el destino barajea las cartas pero uno decide como jugar. Ante ciertas situacionessiempre se tiene dos opciones; resignación o imaginación. Hay que tener imaginación para revisar las posibilidades, ponderar las situaciones y decidir. Así pues tras una mala o buena decisión sacó lasmaletas que tenía guardadas hace tiempo. Las mismas maletas que creí ayer ya no necesitar y poco a poco empiezo a llenarlas con lo que quiero y debo llevar. No es un proceso sencillo puesto que sonpequeñas y es mucho lo que pelea por entrar. Quizás debo de dejar ese viejo suéter amarillo que ayer me cubrió pero que hoy no me queda más. Ya que (aunque deseo otra cosa) desde el punto de vistapractico allá adonde voy no hace ese tipo de frio. Es probable que esa chamarra blanca colgada en mi perilla sea la más adecuada para la nueva realidad. Definitivamente debo dejar las raídas zapatillasdeportivas que han corrido tantos kilómetros pero cuya suela no está a la altura de la nueva subida de montaña que puedo divisar. Seguro me llevo mezclilla, siempre cómoda y ajustable. He aprendido quees siempre necesaria y en casos de emergencia no se puede despreciar. ¿Las cartas? Quizás debo dejarlas o incluso quemarlas; son testigos del viejo pasado que puede llegar a pesar demasiado, fieles...
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