vicente
...“En el trapiche amplio y generoso no había casi paredes ni había casi puertas; nada se encerraba; ¡adelante todo el mundo! Entraba el sol; entraba el aire; entraba el aguacero; entraban las legiones deavispas doradas y zumbando a buscar dulce; entraban las yuntas lentas con los carros anchos y los montones de caña bien trabados que los gañanes descargaban de un golpe y dejaban firmes en el suelodetrás de los carros; en busca de dulce, lo mismo que las avispas, entraban los hijitos de los peones con una cazuela en la mano, a pedir: ‘de parte de mi Mamá que si me hacen el favor de unas migajitas deraspadura o un pedacito de papelón roto para el guarapito de esta noche’. Como a las avispas, se les daba la raspadura o se les daba el pedazo de papelón roto, a nadie se decía no.”...
... “Mamátenía razón: debemos alojar los recuerdos en nosotros mismos sin volver nunca a posarlos imprudentes sobre las cosas y seres que van variando con el rodar de la vida. Los recuerdos no cambian y...
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