vicente

Vicente va a París
Tareas de lectura

REFUERZO

2
FICHA TÉCNICA
Fuente: Antología
Literaria. Santillana
secundaria. Madrid,
Santillana S.A., 1996.

pera información
Recuicente
Holgado tuvo que

V

vesaba una situación difícil y no le paaplazar su luna de miel por culpa
reció prudente; a pesar de la oposición
1. de
CL-TEX ORDEN.
los negocios. La misma tarde de la
de sumujer, escatimar su colaboración
n

CL-TEX
ACT
MOTA.
boda, su jefe le comunicó que tendría
en esos momentos. Serían dos días, tres
que viajar al día siguiente a París para
como mucho, y luego podrían hacer las
CL-TEX
CABEZA cosas
CUADRO
cerrar un acuerdo importante
en el que
tal y como habían previsto.
él mismo había trabajado durante los
La discusión con su mujer le provoúltimosmeses. En otras circunstancias
có un desasosiego del que todavía no
se habría negado, pero la empresa atrahabía conseguido liberarse cuando
CL-TEX GEN CUADRO
llegó a París. Además, en el avión había

Tipo de texto:
Cuento
Formato:
Continuo
Contexto:
Educativo

CL-TEX GEN TABLA

Interpreta el texto

4. CL-TEX ORDEN.
CL-TEX GEN ACT

estado imaginando una serie de desastres queacababan con su existencia
conyugal, apenas comenzada. Se fue
directamente al hotel y antes de quitarse la chaqueta habló por teléfono
con ella, que se mostró distante y fría.
CL-TEX CABEZA TABLA
Holgado tuvo la impresión de que no le
perdonaría nunca este incidente y esta
idea ensombreció aún más su ánimo.
Deshizo la maleta con el gesto de quien
realiza una autopsia y guardó la ropainterior y las camisas en los cajones
del armario, dejando uno vacío, según
su costumbre. Después se sentó en el
borde de la cama e intentó repasar la
estrategia adecuada para la reunión
con los colegas franceses.
Pero en lugar de pensar se puso a contar los cajones del armario, cuya puerta
había quedado abierta. Los contó en
todas las direcciones posibles, de dos
en dos, de tres en tres,llegando siempre
a resultados idénticos.

5. CL-TEX ORDEN.



© Santillana

•1

Sabía que esa manera de contar era un mecanismo
obsesivo que se disparaba en él cuando se encontraba bajo el peso de una premonición, pero tal
conocimiento no le servía para enfrentarse a la
angustia de otro modo. Faltaban dos horas para
la reunión y pensó que si se entretenía aún diez
o quince minutosrealizando estas absurdas operaciones aritméticas se tranquilizaría lo suficiente
como para poder preparar su intervención.
En esto, al contar por enésima vez los cajones
desde abajo hacia arriba, le salió un cajón de
menos, lo que interpretó como un presagio de
algo malo. ¿Cuál de ellos se habría saltado? ¿A
cuál habría condenado a la inexistencia? Se levantó y cerró de un golpe la puerta delarmario.
Después se sentó frente al pequeño escritorio y
observó las cuartillas y los sobres con membrete
del hotel cuidadosamente dispuestos sobre un
rectángulo de piel. Escribiría a su mujer una carta
apasionada que le haría olvidar este primer tropiezo de su matrimonio.
Apenas había escrito el encabezamiento cuando
descubrió a la derecha del mueble una fila de cajones insignificantesque contó automáticamente
de dos en dos y de arriba a abajo. Le salió un número par; sin embargo, al repasarlos en dirección
contraria volvió a faltarle un cajón. Una oleada de
malestar le impidió continuar la carta. Abatido,
se tumbó sobre la cama y se acordó de su primer
escritorio: se lo regalaron sus padres al comenzar
el bachillerato y tenía tres cajones que durante
aquellos años habíacontado cada vez que quería
conjurar algún peligro. Siempre le habían salido
tres y quizá gracias a eso había sobrevivido a la
adolescencia y, más tarde, a la juventud. Este rito
mágico de contar los cajones obteniendo siempre
el mismo resultado le puso a salvo de innumerables peligros. Uno de los cajones, el del centro lo
tenía siempre cerrado con llave, aunque vacío: se
trataba de hacer...